ES CRÍTICA CON LA ACTUAL DIRECCIÓN

El PP de Sevilla convoca un comité para destituir a la secretaria provincial

Virginia Pérez ha rechazado dimitir y exige una votación

Virginia Pérez, actual secretaria general del PP de Sevilla RAÚL DOBLADO

ALBERTO GARCÍA REYES

El próximo miércoles se celebrará en la calle Rioja un comité ejecutivo del PP de Sevilla donde se decidirá la continuidad de la secretaria general actual, Virginia Pérez , después de que ésta haya rehusado abandonar el puesto tras la invitación que le ha hecho el presidente, Juan Bueno , por pérdida de confianza en su trabajo.

Al tratarse de un cargo propuesto estatutariamente por el presidente, Bueno tiene que plantear la medida al principal órgano de gestión y que se decanten los militantes. Es decir, la dirección del partido está determinada a fulminar a Virginia Pérez, a pesar de su negativa, utilizando la fórmula que ella misma reclama para la renovación orgánica: la votación . De hecho, ahí radica formalmente la escaramuza interna planteada por Pérez: en el impulso de la democracia de partido, pero de fondo lo que hay es una batalla por la dirección provincial, a la que ella aspira. Este cambio supondría, de paso, una renovación también en el Ayuntamiento que lidera Juan Ignacio Zoido.

Desde la cúpula del partido, tanto a nivel nacional como regional, se ha seguido este movimiento, que nunca ha pasado de meras discrepancias, sin otorgarle gran importancia, ya que la persona que lo ha liderado no tiene carisma dentro de las filas populares como para plantear un debate serio a los actuales dirigentes. Sin embargo, los acontecimientos que se han suscitado durante la última campaña electoral han desembocado en este comité, que cuenta con el visto bueno de todos los órganos superiores.

La historia es la siguiente. Virginia Pérez llegó a la secretaría provincial por imposición del presidente regional, Juanma Moreno Bonilla, después de que fuera destuido Eloy Carmona por su imputación en el caso Tomares. Esa confianza por parte del jefe andaluz permitió a Pérez encabezar las críticas internas que se vienen produciendo desde hace años por los malos resultados electorales del PP en la provincia, a pesar de que ella fue candidata en La Rinconada y obtuvo sólo cuatro concejales de 21 en 2011, el año de más crecimiento popular en el que Zoido obtuvo la mayoría absoluta más rotunda de la historia de la capital.

Luego pasó a ser número dos en Gines, donde también fue derrotada. Sin embargo, su discurso sobre la necesidad de una renovación fue calando, en gran medida por la apariencia de fortaleza obtenida del PP regional y por los apoyos del sector arenista, donde ha tenido alianzas con veteranos que han ido desapareciendo de las listas y con jóvenes que buscan su oportunidad. Gracias a eso, y al constante rumor de la posible salida de Zoido del Ayuntamiento si gobierna Rajoy, Pérez inició un proceso crítico hace unos meses que nunca ha pasado de mero «cotilleo» interno, pero que ha sido muy mal visto por la cúpula del partido, que consideraba fuera de lugar esta corriente en un momento tan delicado. Aun así, se le otorgó la responsabilidad de coordinar la campaña en Sevilla. Y ahí han saltado de verdad las diferencias.

Un sector del partido sostiene que la secretaria no ha trabajado directamente en el diseño de los actos electorales, algo que aseguran que ha hecho Juan de la Rosa. Otro sector, en cambio, defiende que los resultados obtenidos el 26J en la provincia, donde por primera vez en 30 años se produjo un empate a diputados con el PSOE, son obra suya. Pero los órganos directivos están más cerca de la primera versión que de la segunda. Así que consideran insostenible la continuidad de Pérez. De hecho, el aparato provincial ya le ha dado cuenta de la jugada a Juanma Moreno , que a pesar de haber sido su valedor y de haber dado indicaciones muy precisas en toda Andalucía de que no quiere problemas internos ahora, no se opondrá a la destitución, ya que esa determinación de Juan Bueno está avalada por los principales pesos pesados del partido.

Bueno habló con ella el jueves pasado y le pidió que le presentara la dimisión. La secretaria le solicitó 24 horas para pensárselo y este fin de semana ha contestado que no dimitirá y que si quieren echarla tendrá que ser por votación en una junta directiva. Es decir, Virginia y sus aliados, entre los que se encuentran algunos concejales del Ayuntamiento, quiere plantar cara al aparato del partido. Según distintas fuentes, el comité ejecutivo que resolverá este conflicto, insólito en el PP, se celebrará pasado mañana. Y el mensaje desde la cima de la pirámide de mando es claro: el que se mueve a destiempo, nunca más sale en la foto.

El presidente del PP andaluz, Juanma Moreno Bonilla, ha intervenido en el asunto por el cariz que había tomado la situación últimamente, ya que desde Génova se considera una falta de respeto intolerable hacia Juan Ignacio Zoido los movimientos que se habían comenzado a realizar para intentar sustituirle.

El proceso de renovación se abrirá, aseguran altos cargos del partido, cuando el propio Zoido decida su futuro, no antes. Así que Moreno Bonilla no intervendrá en la decisión de Juan Bueno, tal y como ha ratificado este mismo lunes , tras la publicación de esta información, la vicesecretaria de organización del PP-A, Patricia Navarro .

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