SEVILLA
De portero del Betis a notario más joven de España
A Juan Varela Hidalgo le faltaban seis días para cumplir los 24 años cuando supo que había logrado su sueño y el de su padre
El 20 de diciembre de 2019 Juan Varela Hidalgo supo que había aprobado el tercer ejercicio de las oposiciones a notario , era un caso práctico de los 350 temas que había estudiado . Entonces, a este joven de Dos Hermanas aún le faltaban seis días para cumplir los 24 años . Se iba a convertir en el opositor más joven de toda España en aprobar aquellas oposiciones. Ahora, junto a su novia, que también superó dichas pruebas, espera el concurso para elegir las plazas vacantes en toda España. Si se van a Cataluña o al norte lo tendrán más fácil para estar cerca.
Cuando terminó Derecho en la Universidad de Sevilla tenía una salida fácil, formar parte del despacho de abogados de su padre y seguir jugando al fútbol sala de forma profesional en el Real Betis . Pero su sueño siempre había sido otro: ser notario.
Cualquier persona que se marca como objetivo acceder al Notariado en España es consciente que ha de dejar de lado muchas cosas en su vida. Pero en este caso, además, existía la tentación de una carrera deportiva más que prometedora en el fútbol sala. Era internacional con España en las categorías inferiores, había defendido la portería del UMA Antequera en Primera División y formaba parte de la plantilla de la apuesta del Real Betis por esta modalidad deportiva.
«Siempre he tenido claro que quería opositar. Me iba bien en el fútbol sala y compaginaba los estudios con los entrenamientos y la competición, pero sabía que llegaría el momento en el que tendría que preparar las oposiciones y no podría llevar las dos facetas adelante», explica a ABC. Estudió Derecho en Sevilla, pero en tercero se fue a Málaga para seguir los estudios allí mientras jugaba esa temporada, la 2015-2016, en Antequera.
Dos cursos en un año
Al año siguiente volvió al Betis Futsal y a la Hispalense, donde tuvo que enfrentarse a un gran imprevisto en el recorrido a su meta. La Universidad de Sevilla no le convalidaba las asignaturas aprobadas en Málaga , que fueron todas. Pero lejos de arrugarse, asumió otro de los grandes retos de su vida, sacarse en un año dos cursos y lo consiguió.
El siguiente peldaño no fue de menor calado. Entre septiembre de 2017 y enero de 2018 tuvo que compaginar la competición con el Betis Futsal, el Trabajo de Fin de Grado, la última asignatura de la carrera (Derecho Eclesiástico), las prácticas y la preparación de las oposiciones . Salió airoso de este trance, pero en enero dejó fútbol sala. Había llegado el momento.
Frente a aquella decisión se encontró a su padre, quien no quería que abandonase lo que tanto le había costado conseguir: una posición óptima en el mundo del fútbol sala. Su padre también fue opositor a notario y no lo pudo lograr , sabía los sacrificios que suponía y todo lo que tenía que dejar atrás. Fue una decisión «complicada», pero «en la balanza ganó opositar» , según Juan. Los estudios cada vez exigían más y jugar en una entidad como el Betis requería regularidad y resultados. Lo que iba a dar de sí mismo para sacar las oposiciones.
Siguió adelante con su sueño. Por él y por su padre, quien siempre ha estado junto a él en lo anímico pero también en lo económico, pues desde enero de 2018 hasta que se presentó a las oposiciones sólo estudió. « Psicológicamente es dura la preparación porque estás solo, estudiando, y vienen los momentos de bajón».
Y ahí la alta competición le ha servido «para tener la cabeza fría». El fútbol sala ha sido una buen bagaje para Juan a la hora de mantener la tensión y la concentración en las doce horas de estudios diarias.
Los nervios de la Copa del Rey
Él fue uno de los protagonistas de las mayores gestas de la corta historia del Betis Futsal , pues defendió su portería el 16 de diciembre de 2014 en un pabellón de San Pablo de la capital lleno en los cuartos de Copa del Rey contra ElPozo Murcia . Aquella noche el corazón se le iba a salir por la boca y pudo contener sus nervios. Una experiencia que le ha servido para enfrentarse un tribunal compuesto por tres notarios, un abogado del Estado, una catedrática, un registrador de la propiedad y un juez.
Un día normal de Juan era estudiar desde las ocho hasta las doce del mediodía. Ir a entrenar con el Betis. Retomar los estudios a las tres y media, para volver a entrenar a las seis y media. Y vuelta a casa.
Sabía que tenía que dar más de sí si quería presentarse a las oposiciones de 2019. Su único sacrificio no fue dejar el Betis , equipo de su corazón. Sólo se permitía descansar un día a la semana, los sábados, por lo que aprovechaba para salir con sus amigos los viernes por la noche tras «cantar los temas» en la academia sevillana de preparación. Durante un año y medio largo de preparación sólo tuvo 15 días de vacaciones en el primer verano. Se encerraba en su cuarto. No entraba nadie, tampoco el móvil .
El primer ejercicio oral fue el 14 de mayo de 2019 tras un año y medio largo de preparación. Tenía por delante cinco meses para prepararse 150 temas. El 18 de octubre fue el segundo ejercicio oral. Tenía que "cantar" seis temas delante de un tribunal. El caso práctico fue el 10 de diciembre . Si aprobaba sabía que prácticamente era notario porque el cuarto ejercicio, la redacción de una escritura, era un mero trámite. La media para aprobar estas oposiciones son seis o siete años, según José Luis Lledó, decano del Colegio Notarial de Andalucía.
Aunque no fue hasta el 5 de marzo de 2020 cuando el Boletín Oficial del Estado público el listado de aprobados, Juan conoció el 20 de diciembre de 2019 la nota de la tercera prueba y ya supo que había alcanzado su prioridad, porque «nunca pensé dejar los estudios por el fútbol» , al que no descarta volver a jugar , pero no a alto nivel. En función de donde consiga su plaza y que pueda compaginarlo con la formación continúa que exige su profesión, por qué no soñar con volver a sus orígenes en el Nazareno. El próximo reto es intentar tener plaza en Sevilla cuanto antes. Ya piensa en prepararse las oposiciones «restringidas» para notarios con las que poder ganar la antigüedad que le permita estar en la capital.
Colgó los guantes, quizás no para siempre, y dejó de hacer feliz a muchos aficionados al fútbol sala, pero Juan Varela Hidalgo sabe que ahora puede hacer feliz a muchas más personas:« El de notario es un oficio precioso ». Todo un ejemplo para los jóvenes estudiantes, aunque él tiene claro que su salida no es mejor ni peor que otra tras acabar Derecho.
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