San Valentín
Poner un candado en el Puente de Triana puede acarrear una sanción contra la Ley de Patrimonio
Al tratarse de un elemento de metal formado por dos partes distintas (par galvánico) provoca oxidación y corrosión sobre el metal del Bien de Interés Cultural (BIC)
Nadie sabe quién colocó el primer candado «amoroso» en el Puente de Triana hace más de diez años, de lo que si hay datos son las cifras del informe municipal en el que se detallan las actuaciones y candados retirados del puente de Triana desde el año en el que se tiene el primer registro (2008) hasta el año 2016, aunque todo apunta a que la evolución se mantiene durante los dos últimos años .
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«El año pasado, 2018 se intervino con cargo al contrato de conservación correctiva de monumentos en la vía pública. De igual forma este año, se va a intervenir también en este Bien de Interés Cultural (BIC) con el mismo objeto (la retirada de candados) en el marco del nuevo contrato de conservación correctiva correspondiente al ejercicio 2019», apuntan fuentes municipales.
Daños provocados
En cuanto a los daños o consecuencias que provocan la instalación de estos candados en el Puente de Triana, monumento catalogado como Bien de Interés Cultural, según las mismas fuentes destacan los siguientes:
- Alteración de la imagen del B.I.C.
- Contaminación del río al arrojar la llave del candado a éste.
- Al tratarse de un elemento de metal formado por dos partes distintas de metal (par galvánico) provoca oxidación y corrosión sobre el metal del puente.
«Al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC), y por lo tanto con una protección especial, las sanciones contra dichas actuaciones las establece la Ley de Patrimonio de Andalucía», añaden las fuentes municipales.
En 2008 fueron retirados 13.909 candados en siete actuaciones que supusieron un importe de ejecución de 3.850 euros. En 2016, sin embargo, la cifra se redujo considerablemente ya que en 2016 tan solo se realizaron tres actuaciones (frente a las siete de 2008) en las que fueron retiradas 6.200 unidades con un importe de ejecución de 1.650 euros y una reducción considerable en la evolución, que parece se mantiene (últimas cifras facilitadas).
Federico Moccia
El origen de esta moda hay que buscarlo en el escritor italiano Federico Moccia allá por 2006, cuando los protagonistas de su novela «Tengo ganas de ti» sellaron su amor con un candado en el puente Milvio de Roma, y llegó a nuestra ciudad con cierto retraso.
En el caso de Sevilla, la acción de instalar candados en los puentes se realiza preferentemente y periódicamente en el puente de Triana . También en el puente de San Telmo pero «es una práctica mucho menos habitual que en el de Triana», según fuentes muncipales.