Tribunales

La Policía pone en duda durante el juicio la fuerte adicción a las drogas del violador del Tamarguillo

El instructor del caso declara en el juicio cómo el acusado afirmó tras la detención que sólo era consumidor esporádico

El acusado del crimen de Amate y un intento de violación en el Tamarguillo, Miguel Ángel Fernández JUAN FLORES

Silvia Tubio

El jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que investigó hace un año el crimen del Parque Amate, ha hecho tambalear este martes los pilares de la estrategia defensiva del acusado, Miguel Ángel Fernández Delgado, más conocido como el violador del Tamarguillo . Este extremeño de 40 años confesó este lunes haber acabado con la vida de Pilar, una toxicómana que se había ofrecido a cambio de droga y de 20 euros. Sin embargo, este delincuente sexual reincidente achacó lo ocurrido a una fuerte adicción a la droga. El objetivo de la defensa es obtener alguna atenuante que rebaje la pena final.

El Ministerio Público solicita para el procesado una pena de 21 años y cinco meses de prisión por los delitos de homicidio, agresión sexual en grado de tentativa y profanación de cadáver porque tras matarla, Fernández Delgado tapó el cuerpo de la víctima y le prendió fuego a la manta que la cubría.

El instructor policial del caso ha explicado en esta segunda sesión del juicio, que se viene celebrando en la Audiencia Provincial , que el acusado, tras ser detenido, admitió que sólo era «consumidor esporádico» de drogas y que la noche de los hechos (27 de julio del año pasado), salió del restaurante los Hermanos Gómez de la calle Jabugo donde trabajaba como cocinero, cogió un autobús y se desplazó a Los Pajaritos para comprar droga. Allí coincidió con la víctima, con quien acordó mantener relaciones sexuales.

«Dijo que compró un gramo o gramo y medio para los dos de rebujo y se marcharon al parque a consumir». A preguntas de la fiscal, el inspector de Policía ha concretado que el gramo de esta sustancia cuesta entre 30 y 40 euros. Quiere decir que Fernández Delgado se gastó aquella noche menos de 100 euros y no los 300 que dijo el lunes en su línea de mantener ante el jurado que había consumido mucha droga .

La familia del acusado no le prestó ninguna coartada y declararon ante la Policía que Miguel Ángel no se presentó en casa la noche de los hechos hasta la mañana siguiente

Tras la detención, Fernández Delgado «era muy vehemente con el hecho de que no había violado a la chica». Ante los agentes, el violador del Tamarguillo admitió que su familia había vuelto a confiar en él después de haber cometido una violación en 2003 en Badajoz por la que estuvo en prisión hasta 2015. «No quería perder de nuevo su confianza».

Su hermana y su pareja, con la que tiene una hija de corta edad , no le buscaron una coartada y cuando la Policía les interrogó qué había hecho el 27 de julio, les confirmaron a los agentes que Miguel Ángel no se presentó en su casa por la noche y que llegó ya por la mañana «cabizbajo y desaliñado».

La exposición del inspector de Policía ha sido tan profusa en detalles que la fiscal ha renunciado a las declaraciones del resto de agentes del grupo de Homicidios que participaron en la investigación. A primera hora renunciaba también a otros testigos que consideró innecesarios tras la confesión del acusado. En total, 27 declaraciones previstas han sido suspendidas, sin la oposición de la defensa; con lo que la vista oral avanza de manera muy ágil.

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