Poda, limpieza, viales y otras preocupaciones de los polígonos industriales de Sevilla
El Ayuntamiento va a realizar una radiografía completa de estos recintos para conocer su aportación real a la economía local, acompañada de una campaña de promoción para atraer empresas
En este 2020 que acaba de arrancar, los empresarios que trabajan desde los polígonos industriales de la capital reclaman un nivel de inversión pública acorde con los datos que manejan sobre importancia en la economía local. Según la Asociación de Parques Empresariales de Sevilla (Apes), estos recintos aportan el 53% del PIB sevillano y en ellos trabajan unas 30.000 personas, aunque disponen de espacio libre para poder albergar a una plantilla de 50.000 trabajadores.
En algunos de esos 24 parques que operan en la capital hay empresas con un volumen de facturación que iguala a todo el que genera un único polígono. Sirva de ejemplo la facturación de las empresas que trabajan en el Parque Tecnológico Cartuja , que facturaron en 2018 2.385 millones de euros; mientras que la compañía Bidafarma, instalada en el polígono El Pino facturó 2.400.
Con esos datos, desde la asociación reclaman al Ayuntamiento que no frene en el ritmo de inversiones que inició hace tres años y que preste especial atención a dos polígonos que presentan las mayores deficiencias en estado de viales y reurbanización de espacios: Chaparrilla y Carretera Amarilla. También, como problema generalizado está la falta de una poda regular, «sólo se actúa en momento de emergencia» y de limpieza porque «no se barren las calles».
Desde el Ayuntamiento respoden que en 2016 se consolidó un programa plurianual de inversiones municipales que lleva acumulados 7,7 millones de euros en mejoras de los viales, y señalización de los parques empresariales; «además de existir un refuerzo en las labores de limpieza y de podas y mantenimiento del arbolado. Para 2020 hay disponibles además dos millones de euros a través de distintas líneas de intervención.
En este año, el Consistorio va a publicar una radiografía específica de la aportación de esos recintos y una campaña de promoción de que contribuya a la captación de más empresas.
Además del problema de seguridad detectado en las pasadas Navidades, hay polígonos que están sufriendo las consecuencias de ser epicentro de parte del ocio nocturno al albergar discotecas y bares de copas como los parques Navisa, Calonge o Nuevo Torneo. «Hay empresarios que no pueden abrir un viernes o sábado por la mañana porque tienen la entrada tomada por la botellona», señalan desde Apes. El vandalismo es la principal consecuencia negativa que están sufriendo.
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