Pocos peatones, mucha policía y algún turista con maletas en la Sevilla aislada del coronavirus

Esta primera jornada laborable tras el estado de alarma deja una estampa insólita en la capital sevillana

El centro de Sevilla prácticamente vacío. ABC

Antonio Periáñez

Basta con abrir la ventana y mirar a la calle, para percatarse de que la estampa de este lunes no es la habitual en un día laborable . Cualquier barrio de Sevilla es hoy un paisaje apenas transitado por vecinos paseando el perro, algún taxi que pasa y mucha policía. Sin embargo, esta imagen es mucho más impactante en el casco histórico de la ciudad donde también ha llegado el coronavirus .

La avenida Constitución prácticamente vacía , sin turistas agolpados a las puertas de la Catedral, lanzando sus flashes compulsivamente. En la plaza del Triunfo , sólo una pareja de alemanes disfruta en solitario de la Giralda, mientras se comen un bocadillo. Alrededor, las siempre bulliciosas terrazas han dejado sitio a las aceras, por las que no camina casi nadie. Tampoco están lo cocheros, ni los grupos de visitantes que siguen las indicaciones del guía a las puertas del Alcázar, ya cerrado a cal y canto . Y los taxis, aparcados y con el motor parado a la espera de que suba alguien que no llega.

La fotografía es muy parecida en las céntricas Tetuán y Sierpes . Las únicas personas que transitan por el centro comercial de la ciudad van camino a su trabajo o a la farmacia más próxima. No hay peatones, sólo coches de la policía local y nacional que vigilan que se cumpla el estado de alarma . Los únicos que abren sus puertas son estancos, bancos, ópticas... y el desavío de la esquina para una urgencia de última hora. Los bares, con las puertas cerradas, sólo atienden para pedidos a domicilio, así que los riders continúan pedaleando con sus mochilas a la espalda.

Todo está tranquilo en el centro neurálgico de la ciudad. Sólo se escucha de lejos el golpeteo constante de los hierros y maderas que debían conformar los palcos de carrera oficial . Esta escena en la plaza San Francisco es la prueba palpable de que este año, la estación de penitencia será de puertas para adentro ; de recogimiento personal y espiritual.

Mientras tanto, los únicos que parecen continuar con su rutina son los trabajadores del sector de la construcción . Albañiles, peones, escayolistas y ferrallas siguen en el tajo como si nada. O casi nada, porque las obras no han parado y ellos siguen arrimando ladrillos, aunque al casco y las botas de seguridad, ahora le han añadido las mascarillas.

Quietud, tranquilidad, sensación de vacío... Sevilla se recoge y los sevillanos se confinan en sus casas a la espera de que se levante la prohibición. Y por ahora, excepto puntuales incidentes, la sociedad hispalense están respondiendo. No obstante, a la fuerte presencia policial por las calles, s e ha unido el Ejército, con la Unidad Militar de Emergencia, la UME, al frente . En la Puerta de Jerez, el puesto de mando avanzado coordina todo el dispositivo militar desplegado por la ciudad que encara dos semanas de aislamiento frente al coronavirus.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación