Feria de Abril
Pleitear por la caseta de la Feria de Abril de Sevilla
La «doctrina» que prohibe expulsar a otro socio si paga las cuotas ha reducido el número de juicios por las casetas
Los pleitos por las casetas disminuyen. Este año apenas han trascendido sentencias por esta razón en los tribunales sevillanos. ¿Los motivos? Además de que la situación económica provocó que muchos renunciaran a acudir a la Justicia. Los gastos que ello conlleva y que ya no es tan fácil porque podría decirse que existe una especie de «jurisprudencia» sobre la materia en las que las cosas han quedado meridianamente claras.
Desde que en 2001 los tribunales obligaran a readmitir como socia a una viuda que había sido expulsada de la caseta tras el fallecimiento de su esposo, el socio titular, muchas han sido las sentencias que se han dictado. La mayoría de ellas eran por disputas de socios que eran expulsados después de que se enemistaran con el resto o por cuestiones económicas.
Sin embargo, los jueces de Sevilla lo tienen muy claro: el titular administrativo no es el dueño de la caseta . Únicamente es el responsable y el titular de derecho frente a la Administración. Y cuando ese titular de la caseta decide compartir la concesión con otros socios, todos están en igualdad de condiciones.
Conrado Gallardo, magistrado de la sección V de la Audiencia (una de las que más sentencias ha dictado) explica que todos lo son «con los mismos derechos y los mismos deberes» . Y que cuando se admite a un socio y paga la cuota, no se le puede expulsar por un antojo o una desavenencia. Osencillamente por antipatía. «El titular no puede decirle a otro socio: el año que viene no entras en la caseta». Por contra, los tribunales tienen claro que sólo se le puede expulsar cuando tienen un mal comportamiento , impide el disfrute de la caseta o no paga las cuotas habituales.
El problema, según el juez, es que en la mayoría de las casetas no existe un reglamento que establezca las pautas de admisión y de expulsión por lo que Gallardo recomienda hacer ese reglamento por escrito.Algo que ya existe en las de los clubes u otras grandes casetas. Así quedaría más claro y evitaría incidentes.
Pero la Audiencia no sólo ha dejado claro que no se puede echar de la caseta al socio antipático . También estableció que la titularidad de la caseta no es hereditaria ya que es un derecho que se extingue todos los años (hay que renovar la concesión). Ypor tanto no forma parte del patrimonio hereditario.
Con esas premisas establecidas, Gallardo confirma que si hace algunos años hubo un «boom» de pleitos por las casetas, en los últimos tiempos han bajado. Porque la misma doctrina establecida ha «desactivado»la conflictividad y también porque el Ayuntamiento ha facilitado que todos aquellos que están registrados como socios puedan estarlo también a nivel municipal. Con eso y con la crisis, es normal que hayan bajado los pleitos por las casetas.
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