Sociedad
Pepi, la mujer sevillana que baila flamenco con el tacto
Pese a sus problemas de visión, sigue bailando a través del tacto con su pareja de baile
El baile no es un don con el que todos los seres humanos nace n . Dentro del baile están los que lo llevan en la sangre, los que aprenden y los que directamente no están preparados. Los segundos, pasan años intentando alcanzar el nivel de los primeros. Para «Pepi» ni la edad ni la falta de visión son una barrera que le impidan bailar flamenco.
Josefa Polidiro Salcedo, Pepi para los más allegados, ha conseguido aprender a bailar flamenco a sus 75 años . Si a muchos les cuesta aprender a manejar manos y pies y bailar a una edad más temprana, a esta mujer le han bastado un par de años a las ordenes del bailaor José Galán para desenvolverse con soltura.
Al llamativo caso de Pepi, se le suma quizás una mayor barrera. En el año 2007 le diagnosticaron una retinopatía diabética . Esta enfermedad ha provocado que año tras año fuera perdiendo capacidad visual, «ahora estoy frente a ti, hablando contigo y no te veo» .
Tras serle diagnosticado su problema visual, acudió a la asociación de la ONCE , donde le enseñaron «a ser independiente». Allí conoció a José Galán; un bailaor flamenco conocido internacionalmente, que buscaba gente para sus talleres de baile. Tras tres años con el televisivo artista, la voz, el sonido de las palmas y el tacto se han convertido en imprescindibles ante la falta de visión.
Tal es su compromiso con el flamenco, que hasta los días de lluvia «cojo el 12 (refiriéndose a la línea de bus), mi bastón y me planto allí» . El baile se ha convertido en la vía de escape para sus malos días, «me permite soltarlo todo», afirma con rotundidad. Pepi ha seguido a su mentor hasta el nuevo proyecto, «flamenco inclusivo», para acercar el flamenco a aquellos con capacidades diferentes.
La aparición de Galán ha supuesto un bálsamo en la vida de Pepi; «bailando es bueno pero como persona vale mucho más» . El flamenco, y el taichi, han conseguido devolver las ganas y la sonrisa a una mujer sedienta de aprender y experimentar cosas nuevas. « Mi rehabilitación es el baile», concluye Pepi.
Junto al artista está Lola López , voluntaria de «flamenco inclusivo». Ella se encarga de ayudar a Galán con los cerca de 90 alumnos que tienen en sus talleres. Personas con Síndrome de Down , con problemas de la vista... , tienen una oportunidad de aprender algo más que flamenco.
El año pasado la asociación del propio Galán, Pepi incluida, subieron a los escenarios. Galán y compañía fueron los encargados de abrir el 6 de Septiembre la Bienal de Flamenco de Sevilla .
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