EL RINCÓN DE...

Patrik Perret: «A mis turistas les encanta ver las bodas elegantes de los sevillanos en la Catedral»

Originario del valle de Aosta, este doctor en Historia del Arte por las universidades de Turín y Génova es guía turístico en Sevilla, la ciudad que lo enamora

Patrik Perret, en el puente de Triana Raúl Doblado

Félix Machuca

El objeto de su doctorado es un estudio sobre Giralomo Lucenti. ¿Quién fue este señor y qué hizo?

Un artista del siglo XVII, originario de un pueblo italiano llamado Correggio, que cultivó la pintura religiosa y la arquitectura barroca.

Tengo entendido que en Sevilla se puede rastrear sus huellas. ¿Dónde?

En la iglesia del Valle, en la de San Martín, en el Alcázar… También dejó muestra de su talento en Granada.

Se le atribuye la autoría del techo del salón de Honor del Arzobispado. Pero son solo suposiciones más o menos sustanciadas ¿no?

Es así. No hay documento que lo confirme, pero todo apunta que él fue su autor.

Lo que sí es un hecho demostrado es que usted descubrió en Sevilla algo más que una ciudad.

Exactamente. Descubrí a mi mujer. Y después también me enamoré de la ciudad. Esa es la razón por la que me saqué el carné de guía turístico en Sevilla y me quedé.

Pero usted llegó a Sevilla para estudiar en Triana el proceso artesano de la cerámica. ¿Por qué?

Fue dentro de un programa europeo que se llama Leonardo. En Italia ya había estudiado cerámica y estaba muy interesado en conocer la sevillana, uno de los lugares top de la cerámica en España.

-Y ahora va camino de comprarse un piso en Triana y vivir en su paraíso junto a una sevillana.

Me encanta el barrio de Triana. Es un barrio cercano, tradicional y me atrapó su sinceridad. Es autentica y resiste los cambios del tiempo lo mejor que puede. Aún quedan ceramistas con sus talleres que suelo visitar.

Sostengo que el atractivo turístico de Sevilla no es solo monumental. Que también los sevillanos forman parte de ese paisaje asombroso. ¿Qué piensa usted?

El sevillano es un personaje. Y eso lo notan los turistas. Con sus pasiones, su forma de vivir en la calle, el tapeo… Eso no es común fuera de aquí. Además, tiene un carácter abierto y suelen ser elegantes. A mis turistas les encanta ver las bodas en la Catedral, la gente elegantemente vestida y prefieren quedarse a ver eso que seguir el recorrido por la Catedral.

¿Qué tapa prefieren?

Yo les aconsejo siempre la cola de toro. En general les encanta la idea de la tapa. No vienen sabiendo lo que es una tapa. Pero les gusta las patatas a la brava, la carrillada. Pero el rey es el jamón. Hay muchos turistas que se lo llevan al vacío.

Usted es guía de turistas extranjeros. Especialmente de franceses e italianos. ¿Encuentran la ciudad cómoda y accesible para visitarla?

Sí, casi todos se alojan en el centro y les resulta fácil moverse. El centro es prácticamente peatonal y eso les encanta. Los franceses suelen utilizar el carril bici. Y se llevan una idea de toda la ciudad. Les encanta la Sevilla del 29, con todos los pabellones existentes, Plaza de España, la de América…

¿A usted que Sevilla le seduce más?

A mí me gusta la Sevilla más auténtica, más real. Me gusta la Semana Santa y los barrios más tradicionales. He vivido en el centro, en la Macarena, pero Triana tiene un algo especial. En Semana Santa no dejo de ver nunca a San Gonzalo.

La celebración de dos grandes eventos futbolísticos en la ciudad, Copa de España y de la UEFA, han levantado críticas a favor y en contra de estas celebraciones. ¿Son beneficiosas para la imagen de la ciudad?

Yo creo que sí. Cien por cien. Hay problemas y límites. Pero no dejo de estar a favor de esos eventos. En dos días se reunieron en Sevilla cerca de sesenta mil personas. Eso no se puede rechazar. Creo que marca más la imagen de una ciudad lo que ha pasado en Texas que la violencia de unos pocos enloquecidos.

Cada vez se levantan más hoteles en Sevilla. ¿Habrá turistas para tanto alojamiento?

Creo que sí. Esos hoteles se hacen en función de datos fiables. Y a más hoteles más visitantes. Yo he tenido clientes que se han alojados en pueblos cercanos a la ciudad por falta de plazas hoteleras. Sevilla es una máquina de hacer turistas.

-Una señora vivió en el Palacio de las Dueñas su día más feliz…

Exactamente. Fue en Feria y se topó en Dueñas con el duque de Huéscar, que la saludó amablemente y fue, según ella, el día más feliz de su vida. Se fue encantada para Francia.

Venecia ha decidido imponer una tasa turística a sus visitantes y regular la navegación por el gran canal. ¿Usted cree que Sevilla debería tomar tipos de medidas similares?

Siempre y cuando ese dinero repercuta en la mejoría de la ciudad. Un turista no se niega a pagar un poco más si después hay mejor servicio.

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