URBANISMO

Los patios de Juan XXIII: al margen de la ley pero a la vista de todos

Alrededor del 40 por ciento de las viviendas del barrio cuenta con estos cierres. Unas construcciones que impiden a algunos vecinos acceder a sus propias fachadas

Uno de los elaborados cierres de Juan XXIII, situado en la avenida de Las Leandras ABC

CRISTINA AGUILAR JAENES

Los vecinos de San Jerónimo han erigido en el interior de los patios de las viviendas del antiguo Patronato habitáculos, huertos e incluso corrales al margen de la ley -como informó recientemente ABC-, pero los residentes de Juan XXIII no se han quedado atrás. Aunque, en esta ocasión, no es necesario abrir puertas «mágicas» para adentrarse en estas comunidades paralelas. Basta con dar un paseo por la avenida de Las Leandras , la de los Claveles o Doña Francisquita para observar los cerramientos que cada vecino (el que lo ha tenido a bien) ha construido ocupando la vía pública. Así, de las 999 casas que configuran el barrio de Juan XXIII, alrededor del 40% dispone de uno de estos patios .

Los hay para todos los gustos: desde pequeños jardines cercados con una fina malla metálica hasta murallas (algunas rematadas con alambre de espino) rodeando por completo la fachada de la vivienda. Unos metros de más que no rezan en las escrituras de las viviendas . Sin embargo, algunas de estas edificaciones, además de hacer un uso indebido del suelo público, se han puesto en pie perjudicando a los que viven en las casas aledañas. Dándose casos de vecinos que no pueden acceder a la fachada de su propia casa al quedar ésta bajo los dominios del patio del vecino lindante. Dos de los afectados, Ana y Ángel, señalan que estos cerramientos se vienen realizando desde hace más de veinte años «sin que el Ayuntamiento o la Policía haga nada por evitarlos».

O situaciones más complejas, como la que se produjo el pasado verano, cuando los Bomberos no pudieron llegar hasta una casa en llamas , situada en el interior de las intrincadas calles de Juan XXIII. Porque, mientras estos patios crecían, la anchura de estas callejuelas menguaba impidiendo el paso de vehículos de Bomberos y ambulancias.

Pero, ¿qué hace el Ayuntamiento cuando un vecino denuncia que su fachada ha sido aislada o que estos patios continúan proliferando poniendo en riesgo la seguridad de los que allí viven? A juicio de Ana y Ángel, que llevan 15 años luchando por la «liberación» de su casa , «pasar la pelota de un tejado a otro para no perder votos».

Sin parte de su casa

La fachada de Ana y Ángel quedo «engullida» por el patio que levanto su vecino ABC

En agosto de 2001 comenzó la pesadilla de esta familia que vive en Doña Francisquita . Cuando volvieron de las vacaciones estivales, descubrieron que sus vecinos habían levantado un patio que «engullía» parte de su fachada , donde al otro lado se encuentra el salón de la vivienda (primera planta) y el dormitorio del matrimonio (segundo piso).

Durante años intentaron dialogar con los autores de este atropello urbanístico sin obtener resultado. Desde entonces soportan, por ejemplo, la instalación en los meses de verano de una sombrilla de grandes dimensiones que impide la ventilación de la casa y la entrada de luz; o la utilización de este espacio como « vertedero », donde se acumulan bolsas de basura con restos de comida. «A veces cerramos las ventanas, el olor es nauseabundo », aseguran.

Por otro lado, en esta parte de la fachada, Ana y Ángel tienen el contador del agua, al que no pueden acceder desde hace más de diez años . «Los técnicos no hacen correctamente la lectura porque los vecinos no les permiten el paso al patio. Antes de cercarnos la fachada pagábamos entre 70 y 80 euros. Ahora que el gasto es estimado, nos llegan facturas de hasta 240 euros». Tampoco pueden arreglar la solería bajo la ventaja del salón, que se está cayendo a causa de la humedad, ni el aparato de aire acondicionado de la planta superior, averiado desde hace tres años.

Lo que ven Ana y Ángel desde su ventana, un patio que encierra su fachada ABC

Tras más de una década denunciando esta situación ante la Gerencia de Urbanismo , Patrimonio , el Defensor del Pueblo , Policía Local y Fiscalía de Sevilla , y pese a tener documentos firmados por Urbanismo y Patrimonio en los que indican que el suelo es «espacio libre» y que esas construcciones son ilegales, a día de hoy continúan esperando a que alguien dé un paso al frente y desenrede este entuerto.

La solución

Entre los más de cincuenta escritos y resoluciones tomadas por los distintos organismos citados respecto a este caso destaca uno. El 13 de julio de 2012, el gobierno municipal aprobó, a propuesta de la entonces delegada de Hacienda y Administración Pública, Asunción Fley , la «rectificación de la calificación jurídica en el Inventario General de Bienes Municipales del inmueble, al haberse producido automáticamente su afectación al dominio público, de conformidad con el artículo 5.2.b. de la Ley de Bienes de las Entidades Locales de Andalucía, por estar adscrito al uso público durante más de 25 años desde la finalización de la construcción de la barriada en 1964».

Este acta, firmado por la jefe de servicio de Patrimonio, Lourdes Vidal García , recoge además lo siguiente: que se trata de «espacios libres entre viviendas de la barriada Juan XXIII desde el año 1989, que se entiende incorporado al dominio público ». Por lo que insta a Urbanismo a que «proteja los espacios de uso y dominio público».

Terrenos de uso público desde 1989. El gobierno municipal aprobó en 2012 la denominación de «espacios libres», por estar adscrito al uso público más de 25 años desde la finalización de la barriada

Igualmente, aluden al artículo 185 de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía , que en el apartado primero dice que «las medidas, cautelares o definitivas, de protección de la legalidad urbanística y restablecimiento del orden jurídico perturbado sólo podrán adoptarse mientras los actos estén en curso de ejecución, realización o desarrollo y dentro de los cuatro años siguiente a su completa terminación». En este sentido, Urbanismo se dirigió en un principio a esta familia afirmando que el delito había prescrito porque el patio llevaba más de cuatro años construido. Sin embargo, en el segundo punto del citado artículo aclara esta cuestión. «La limitación temporal del apartado anterior no regirá en parques, jardines, espacios libres o infraestructuras o demás reservas». Por lo que se deduce que todos los patios levantados desde 1989 lo han hecho de forma ilegal.

Este problema no sólo lo padecen Ana y Ángel. Muchos otros vecinos han visto impotentes cómo parte de sus casas se quedaban aisladas, además ver desaparecer antiguos jardines del barrio por la construcción de estos patios. « Nos sentimos totalmente ignorados , las denuncias se quedan en papel mojado», cuenta Ana.

El siguiente paso que tomará el matrimonio, de no solucionarse su situación, será denunciarlo por la vía penal. Pero antes de llegar a ese punto, esperan que tanto el PSOE como el Partido Popular , con los que se han puesto en contacto recientemente, muevan ficha en este caso.

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