Movilidad
Patinetes, no contaminan pero atropellan
El fiscal advierte que estos vehículos, algunos de los cuales van muy deprisa, no deben ir por la acera y urge una normativa estatal ya que cada ayuntamiento tiene un reglamento distinto
Cada vez son más los patinetes o vehículos de movilidad personal que circulan por Sevilla. Sólo hay que darse una vuelta por el centro histórico para cruzarse con ellos y comprobar que algunos van muy deprisa. En la avenida de la Constitución y la calle San Fernando pasan continuamente, algunos incluso más rápidos que el tranvía.
Se trata de unos vehículos que s e han puesto de moda en todas las grandes ciudades y que muchos defienden por sus ventajas. Hay hasta una Asociación de Usuarios de Vehículos de Movilidad Personal que fomenta el uso de este medio de desplazamiento porque consideran que no contamina el aire, es silencioso y sostenible.
En Sevilla aumenta el número de empresas de alquiler que ha desembarcado con estos patinetes. Por ejemplo Lime llegó hace algunas semanas con una flota inicial de 100 . Se trata, según dicen desde la empresa, de unos vehículos que circulan a 25 kilómetros por hora y que se aparcan en puntos privados . No pueden ser aparcados en la vía pública pero la entidad tiene sus propios lugares para estacionarlos repartidos por la ciudad.
Por Sevilla ciudad también circulan otros que se alquilan como Scoonet y otras empresas como Cyclotour que ofrecen otros mas lentos de dos ruedas, los denominados Nineboat que también puede verse en el entorno de la Catedral.
Para regularlo la situación, el Ayuntamiento de Sevilla aprobó el pasado mes de marzo una reforma de la ordenanza de circulación que incluía la regulación de los vehículos de movilidad personal. Es una normativa que ahora está en período de alegacione s y que tendrá que volver al pleno para su aprobación definitiva.
En cualquier caso, desde el Ayuntamiento insisten en que a día de hoy no hay ninguna empresa de alquiler de patinetes eléctricos con autorización por parte del Ayuntamiento para actuar en un proyecto de movilidad compartida y aparcar en la vía publica aunque hubo reuniones con algunas empresas para esta cuestión sin que de momento haya autorizaciones. Por ello, esos patinetes no se pueden dejar en medio de la vía pública , sea un carril bici, la calzada o la acera. Las empresas deben devolverlas a su propia sede o a los puntos privados donde tenga acuerdos como hoteles o tiendas.
De momento, la normativa que está en trámite establece que tendrán autorización municipal los vehículos y patinetes eléctricos sin sillín siempre que cumplan una serie de condiciones y requisitos básicos como una anchura y un peso determinado y una velocidad determinada. Deben circular por el carril bici a una velocidad que no supere los 25 o 20 kilómetros por hora o, en algunos casos a 15.
Falta regulación estatal
El problema es que la DGT no ha aprobado aún la nueva normativa que llevan años anunciando y que serviría para regular estos vehículos a nivel nacional. A falta de esa regulación existe una especie de «vació legal» que cada ayuntamiento llena con su propia ordenanza. En Sevilla sólo hay que darse una vuelta por el centro histórico para encontrárselos. En la avenida de la Constitución y la calle San Fernando algunos circulan a gran velocidad y pasan muy cerca del tranvía y de los peatones .
Por ello, el fiscal coordinador de Seguridad Vial, Luis Carlos Rodríguez, advirtió ayer a ABC de que las aceras «son para los peatones» y que estos vehículos no deberían circular por estas. Sobre todo, porque muchos de ellos alcanzan una velocidad superior a 25 kilómetros por hora , con lo que el atropello puede ser más grave. El fiscal recordó que la DGT aún no ha regulado el funcionamiento de estos vehículos, lo que está provocando una especie de vacío legal y que cada Ayuntamiento tenga que poner en marcha su propia ordenanza.
«Tenemos un problema muy grave porque las ordenanzas de unos sitios y otras son contradictorias» , advierte el fiscal en relación a las distintas normativas municipales y urgiendo a su regulación por el Gobierno central. «Lo que no se puede hacer es, en vez de restringir el tráfico, restringir la zona de uso de los peatones», explica . El fiscal es partidario que estos vehículos, si superan los 25 kilómetros por hora, vayan por la calzada y no por la acera porque, de lo contrario se pone en peligro la integridad de los peatones.
En este sentido, recuerda que cuando en unas semana comiencen los colegios y la universidad «será un caos» porque habrá muchos más. Por eso lo dice muy claro: «no se puede sacar la norma después de estos cacharros» . Y urge una regulación para que todos apliquen el mismo reglamento y quede garantizada la seguridad de los peatones.
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