Pasión, esfuerzo y constancia: las claves para alcanzar el éxito
En el foro ‘Jóvenes Talentos’, organizado por ABC y Fundación La Caixa se debatió sobre el futuro de las nuevas generaciones
Los ponentes destacaron la importancia de la búsqueda de nuevos retos y de un estilo propio
Tesón, fuerza de voluntad, disciplina. Son características que tienen en común los cuatro ponentes que el pasado miércoles participaron en el foro ‘Jóvenes Talentos para la Creación de Futuro’ , organizado por ABC con el patrocinio de Fundación La Caixa y moderado por Luis Ybarra , colaborador de este diario. A pesar de su corta edad, todos ellos llevan varios méritos a sus espaldas: Macarena Ramírez es bailaora profesional y la primera ganadora en España del televisivo concurso ‘The Dancer’, de TVE; Marina Alabau , windsurfista ahora retirada de la alta competición, se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012; Guillermo Martínez fundó la ONG Ayúdame3D, ganó el premio Princesa de Girona y se hizo hueco en la Lista Forbes de las cien mayores fortunas sociales de España y de los cien españoles más creativos en el mundo de los negocios; Cynthia Gálvez es ingeniera especializada en realidad aumentada, ganadora del premio Woman Techmaker en el 5G Challenge 2021 de Orange, tras desarrollar tecnologías novedosas que además tienen una importante labor social.
«Tienes que crear tu estilo, ser tú el referente; si copiamos, no llegamos a ningún lado»
Macarena Ramírez
bailaora profesional
Los cuatro descubrieron lo que les gustaba y a qué se querían dedicar por casualidad. « He sido inventor desde los cinco años , mi pasión era hacer juguetes, estuve en una empresa trabajando de eso. Después vi que lo podía usar para algo más», contó Martínez, cuya organización diseña, fabrica y entrega brazos impresos en 3D a personas con discapacidad en todo el mundo. Una temprana vocación que también manifestó Ramírez: «Empecé desde muy pequeña [en el mundo del flamenco], a los cuatro años me apuntaron a la escuela, fui a programas, lo veía como un ‘hobby’, algo de mi vida, algo de mí... es mi amor, me enamoré del flamenco de pequeña y no sé por qué, en mi casa nunca se ha escuchado». Alabau aseguró sentirse muy identificada con sus compañeros, ya que descubrió su pasión muy pronto y de manera fortuita: «Veraneaba con mis tíos en Isla Canela [Huelva], me metieron en un curso de optimist, de barquitos pequeños, y me encantó, les dije a mis padres que lo quería volver a hacer. Me apuntaron en el río Guadalquivir a una escuela de optimist... a mí me gustaba el windsurf desde el principio pero en esa época no había material adaptado para niños. Y después de un año dando la lata por fin me dejaron una tabla, me pusieron un muerto para que no me llevase la corriente y ahí me puse a levantar la tabla; me pareció lo más divertido del mundo y me lo sigue pareciendo».
Por su parte, Gálvez afirmó haber tenido mucha suerte, ya que en su casa siempre había habido tecnología, aunque, cuando de verdad vio a qué se quería dedicar fue cuando tuvo que hacer el proyecto de fin de carrera. «A mí me encantaba la realidad aumentada, que empezaba a salir, y me puse a analizar ‘papers’ [trabajos de investigación] que había y aplicaciones reales. Me enamoré de un ‘paper’ porque utilizaban realidad aumentada para el juego simbólico con niños con autismo. Pensé que sería genial crear tu tecnología y ayudar a los demá s; y así lo hice: diseñé mi tecnología y la apliqué al desarrollo cognitivo», relató la ingeniera, quien, más tarde, en 2017, diseñó las gafas HoloLens, que llegaron a los quirófanos del Hospital Gregorio Marañón para extraer a un paciente un tumor maligno.
«El prestigio no lo da la universidad, lo que tú seas es lo increíble y da igual por dónde pases»
Guillermo Martínez
director general de Ayudame3D
Además de haber seguido el camino marcado por su vocación, algo que los cuatro jóvenes -de perfiles muy variopintos- aconsejan hacer siempre, comparten una capacidad de sacrificio que les ha hecho renunciar a tener una vida más tranquila que les dejase tiempo para disfrutar más de su familia y sus amigos o, incluso, muchas veces, hasta para comer. También los cuatro se han visto obligados a superar baches que han surgido en su trayectoria. Al inicio de su carrera, Alabau tuvo que demostrar que era mejor que una de sus competidoras, quien recibía un trato de favor por pertenecer a una familia influyente en el mundo de la vela, lo que le impulsó a querer destacar más y superarse día a día. Gálvez rápido se percató de que «ser mujer, tecnóloga y joven era el combo perfecto» para que no la tomasen en serio . «Iba a los concursos y me decían comentarios fuera de tono […] Llegué a quedar la segunda en una competición y luego me dijeron que era la mejor pero que no daba el perfil […] Una ‘startup’ tiene un diez por ciento de más posibilidad de ser financiada si es un hombre el que la funda […] Es como que te tienes que esforzar más», recordó.
Ramírez confesó que su peor momento a nivel profesional llegó con el estallido de la pandemia del Covid-19: «Veía que se caía todo [tiene su propia compañía]: los teatros, lo tablaos... que no era productiva, y me dije: ‘Qué hago con mi vida’ . Pero te vas transformando, das clases online, apuntas en la libreta un proyecto que se te viene a la mente para hacerlo en un futuro…». Martínez consideró que su mayor reto fue dejar un trabajo que le hacía sentir seguro y cómodo para dedicarse de lleno a su ONG, «que no era un emprendimiento económico»: «Me fui a la nada. Me di un año para ver cómo enfocar el proyecto para que fuera rentable», algo que logró reinventándose y compaginando la labor social de la organización, intacta, con otras actividades que la sustentan.
«Hay que especializarse y tener un punto de visionario, ver qué está pasando en el mundo»
Cynthia Gálvez
ingeniera experta en AR
Otro aspecto con el que se mostraron de acuerdo los ponentes es en la necesidad de asumir nuevos retos, la única forma de seguir creciendo. «Cada año te pones una meta, tienes que avanzar poco a poco, que todo sume a lo que eres», subrayó Ramírez, quien además insistió en que para destacar hay que intentar ser original : «Si veo el vídeo de un baile que me gusta, solo lo hago una vez, para evitar imitar. El objetivo es que cuando me vean bailando, ya de lejos digan: ‘Ella es Macarena Ramírez, no es otra persona’». Gálvez también se mostró muy proclive a la innovación, un factor decisivo en su sector. «Lo que hacía antes, cuando salí de la universidad, es ahora ‘mainstream’ [convencional] y a mí me gusta ir por delante, por eso me estoy centrando en identidades virtuales, el metaverso... en este sector hay que anticiparse y eso me encanta , la tecnología avanza muchísimo».
«Nos hemos guiado por nuestro corazón, no hay que estudiar una carrera porque te obliguen»
Marina Alabau
ex windsurfista olímpica
Reconocieron la importancia de las redes sociales para visibilizar sus actividades, aseguraron que muchos trabajos les han salido por esa vía. Aunque cada uno confesó centrarse en una red diferente, en función de su perfil, todos ven claro que, como afirmó Ramírez, «a la gente le gusta ver cómo es tu vida», a lo que Martínez agregó: «Tienes que mostrar que eres humano».