Participa e IU unen sus voces para criticar el Plan Decide del PSOE

Con llamativa sincronización y a las primeras de cambio, los dos socios de investidura del alcalde Juan Espadas , Participa Sevilla e Izquierda Unida , mostraron ayer una enorme coordinación y pusieron en práctica a nivel local el reciente acuerdo alcanzado por sus formaciones de cabecera en Madrid, ese que hará que Izquierda Unida y Podemos vayan de la mano a las próximas elecciones generales. Dicho y hecho, en la capital andaluza comienzan a caminar más juntos que nunca y ayer ambas formaciones de izquierda criticaron el mismo proyecto del gobierno municipal socialista. Frentismo contra el PSOE, aunque a escala sevillana. Los dos partidos, de este modo, valoraron negativamente el llamado Plan Decide . Los dos el mismo día. Una nueva etapa parece abrirse paso.

De un lado, Participa -marca blanca de Podemos en la ciudad- calificó como una «falsa participación» el proceso del Plan Decide en las juntas municipales de distrito, ya que «no se ha realizado un verdadero proceso de participación, sino que ha sido una mera consulta sobre las propuestas que ya tenía previstas el gobierno de Espadas». Así se pronunció la concejal podemita Cristina Honorato , quien indicó que «como nos tiene acostumbrado el gobierno socialista, que no ha dejado de hablar de participación en todo este año, cuando ha tenido que poner el discurso en marcha se ha quedado en una apuesta que no se puede calificar como participativa». «El Plan Decide se ha quedado muy lejos de ser un proyecto de presupuestos participativos. Ni ha sido un proceso autorreglamentado, ni universal, ni se prevé un sistema de seguimiento y control social del proceso. No se le puede calificar como un proceso participativo », subrayó Honorato.

En la misma línea, y en unas declaraciones efectuadas a Europa Press, el portavoz municipal de IU, Daniel González Rojas , criticó que el Plan Decide «limite» tanto quien propone como quien vota , por lo que aseguró que «no cumple ni por asomo con los requisitos mínimos exigibles en cualquier proceso de presupuestos participativos, ya que ni es universal, ni está autorreglamentado por los vecinos, ni es deliberativo, ni contempla un sistema de seguimiento y control o un plan de evaluación final. Todo se quedó en frases grandilocuentes».