Así era el pabellón de Cruzcampo de la Expo92

Sin Gambrinus. La primera versión a escala del edificio no incluía el popular Gambrinus sostenido entre ambos pilares El autor y su obra. Visita del arquitecto Miguel de Oriol e Ybarra a las obras del pabellón de Cruzcampo en 1991 Visita institucional. El presidente de Guinnees, Anthony Tennant, inspeccionando las obras en compañía de Eduardo Osborne Modelos. Presentación de los uniformes del personal de sala y del pabellón en 1991 Lleno hasta la bandera. El pabellón de Cruzcampo registraba llenos continuos por lo asequible de los precios Colas en la puerta. En las horas previas a la comida y la cena, se registraban largas colas para poder entrar Oktoberfest. Una banda de metal bávara en el escenario del palenque durante la celebración del Día Oficial de la empresa Día de Honor. Descubrimiento de una placa el 7 de junio de 1992, Día de Honor de la compañía Baile flamenco. No podía faltar en la celebración festiva del día de Cruzcampo el baile flamenco Visita a las instalaciones. El pabellón incluía una fábrica de cerveza que abastecía al propio restaurante Señas de identidad. Uno de los carros de reparto con tracción de sangre que componen la colección histórica de la empresa en la puerta del pabellón Escenario. El restaurante tenía capacidad para unas quinientas personas en torno a un escenario con plataforma elevadora en el centro Un millón de litros. Septiembre batió varias plusmarcas en torno al consumo de cerveza, obsequiando a los consumidores El edificio vacío. El final de la Expo marcó el inicio de la decadencia del pabellón, en uso un periodo de tiempo muy corto en Partecsa

Así era el pabellón de Cruzcampo de la Expo92

Su futura conversión en centro de espectáculos flamencos está en relación directa con el uso que tuvo durante la Exposición Universal, hace veintiséis años