Exhumación en Barcelona para verificar una paternidad sevillana

El fallecido lleva enterrado desde 1980 pero mantuvo un fugaz romance con la madre de la denunciante

MANUEL MARÍA BECERRO

El próximo jueves a partir de las 9 de la mañana se va a proceder por orden judicial a la exhumación en el cementerio de Barcelona del cadáver de un hombre fallecido en 1980 a consecuencia de un accidente de tráfico. El objetivo, comprobar si es el padre biológico de una mujer sevillana de 38 años que ha emprendido una batalla judicial para reclamar el reconocimiento de su filiación.

Fuentes del Bufete Osuna, especializado en este tipo de casos, detallaron ayer a ABC de Sevilla que el difunto (Pedro P.) y la madre de la demandante se conocieron a finales de la década de los 70 en Palma de Mallorca -ella trabajaba por entonces en la capital balear-, manteniendo un romance tan intenso como fugaz fruto del cual habría nacido Carmen P.

Cuando ésta era aún apenas un bebé, el supuesto padre sufrió el accidente mortal tras el que la progenitora no inició trámites para reclamar ningún reconocimiento legal o derecho para sí misma ni para su hija.

El fallecido no era un empresario acaudalado, sino un joven de clase media que, en la flor de su vida —estaba soltero y no tenía hijos a su cargo, por lo que su patrimonio lo heredó un ascendiente : la madre—, tuvo aquel infortunado siniestro que truncó todos sus planes de futuro.

Al cabo de las décadas, la supuesta hija es la que ha terminado reclamando a través de los tribunales que se practique una prueba de paternidad mediante exhumación, la cual se realizará este jueves con presencia del médico forense, el secretario judicial y el sepulturero, que recuperarán un fémur y un molar del cadáver para remitirlos al Instituto de Toxicología, que así podrá comparar la información genética del finado con el ADN de la denunciante.

Carmen P. ha confiado su caso al bufete Osuna , famoso a nivel nacional en este tipo de asuntos por haber logrado reconocimientos judiciales de paternidad de difuntos incluso en casos extremos en los que el cadáver había sido incinerado .

Concretamente, este despacho —con el abogado astigitano Fernando Osuna a la cabeza— logró hace seis años una sentencia a favor de un vecino de Écija de 68 años y con escasos recursos que reclamaba su derecho a participar en una herencia de más de seis millones de euros legada por un vecino que había tenido a la madre como empleada doméstica, manteniendo con ella relaciones extramatrimoniales fruto de las cuales nació el denunciante, al que desde que vino al mundo repudió y le negó toda ayuda, también en los cinco testamentos que llegó a redactar. Como el denunciado había sido cremado, el juez autorizó la exhumación del cadáver del hermano , verificándose con el ADN que era tío carnal.

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