TRIBUNALES

Once años de cárcel por abusar de su hija, a la que le contagió una enfermedad de transmisión sexual

El papilomavirus detectado en la niña, que tenía unos seis años cuando ocurrieron los hechos, determina un «alto índice de sospecha» de abuso sexual

La madre de la menor, tras conocer los hechos, la llevó al Virgen del Rocío para que fuese explorada Raúl Doblado

J. Díaz

La Audiencia de Sevilla ha condenado a once años y un día de prisión a D.C.F. por abusar de su hija menor , cuando está tenía entre cinco y seis años de edad. Esta actuación del progenitor contra la libertad sexual de la pequeña provocó que se contagiara de una enfermedad de transmisión sexual , lo que ha sido un elemento clave durante el juicio.

Todo se inició cuando la madre, en marzo de 2014, tuvo conocimiento de que su marido había realizado tocamientos a la hija menor del matrimonio . Así se lo contó la propia niña. Al día siguiente, echó al hombre de la casa familiar en Sevilla e interpuso la correspondiente denuncia.

D.C.P., de 45 años de edad, entre 2013 y marzo de 2014, cuando la menor no tenía más de seis años, aprovechaba los momentos del baño y aseo de su hija «para satisfacer su ánimo lúbrico, efectuaba tacamientos» en las partes íntimas de la menor con juegos sexuales.

A consecuencia de estos hechos, la niña presentaba lesiones en dichas zonas y por los tocamientos efectuados por el acusado resultó contagiada de una enfermedad de transmisión sexual al hallarse en las muestras tomadas de la vía rectal el virus del papiloma humano, que el padre también padecía.

A raíz de los hechos denunciados, la menor presenta trastorno de estrés postraumático, según se recoge en la sentencia de la Audiencia de Sevilla, facilitada a este periódico por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Desde el momento de la denuncia, el acusado tiene prohibido comunicarse y aproximarse a su hija y a su exmujer.

Hospital Virgen del Rocío

Tras conocer lo que estaba sucediendo con su marido y su hija, la madre llevó a la niña al hospital Virgen del Rocío para que fuese atendida y explorada por los servicios médicos, activándose inmediatamente el protocolo establecido para estos casos de posibles abusos.

La menor era muy reticente a contar lo que había sufrido a manos de su padre. No quería hablar del tema, lo que supone un comportamiento habitual en menores que viven estos episodios traumáticos. Además, los especialistas que exploraron a la menor advirtieron de que tenía un comportamiento sexualizado impropio de su edad.

Una de las claves de este juicio ha sido el papilomavirus detectado en la menor y que también tenía el acusado, como él mismo reconoció en la vista oral. Esto determina «un alto índice de sospecha» de abusos .

Sobre las lesiones que tenía la menor en sus partes íntimas, los médicos que la estudiaron señalaron en sus informes que éstas eran compatibles con haber sufrido una situación de abuso sexual.

Por todo, la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla ha condenado al acusado a once años y un día de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales a una menor y le impone 20.000 euros de indemnización a su hija; siete años de libertad vigilada cuando abandone la prisión una vez cumplida la pena; la retirada de la patria potestad durante seis años y la prohibición de comunicación y aproximación a su hija durante una década.

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