Núñez Ollero: «En EE.UU. la forma de contratar docentes de las universidades españolas les parece de colegio»

El investigador e inmunólogo sevillano Gabriel Núñez Ollero nació en el barrio de Heliópolis hace 67 años, se crió con su familia en el de los Remedios y estudió Medicina en el campus de la Universidad de Sevilla . Al poco de licenciarse, viajó a Dallas (Tejas) para mejorar su formación postdoctoral e iniciar su carrera académica e investigadora en la Washington University de San Luis (Misuri) y la Universidad de Michigan, donde actualmente es titular de la cátedra de Patología Paul de Kruif. Lleva 43 años viviendo en Estados Unidos pero no se le ha olvidado su idioma natal, que pronuncia con un ligero acento mexicano. Director de un laboratorio de Biología Molecular con relevantes logros investigadores, es miembro de la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos y autor de más de 350 artículos en revistas especializadas como Nature, Sciencie y Cell, entre otras. Su investigación sobre los genes NOD1 y NOD2 de inmunidad innata ha sido citada más de cien mil veces y le ha llevado pronunciar más de 450 conferencias por todo el mundo. Confiesa su beticismo desde que su tío lo llevaba al Benito Villamarín siendo niño y dice que ve toda la liga española de fútbol por una plataforma americana de pago.

Tampoco la hay en las universidades y no se puede contratar a los mejores.

Tengo la impresión de que las universidades españolas se han quedado encajonadas, quizá por cuestiones económicas. Es un sistema muy antiguo, el de cátedras, que no ha evolucionado. España se ha quedado un poco rezagada en las universidades y el sistema para contratar profesores no tiene ninguna flexibilidad. En EE.UU. sólo importa lo que has hecho, no de dónde vienes o dónde naciste, y no te hacen pruebas. Lo que se hace en España parece de colegio, de niños. Es un sistema arcaico que no tiene sentido. Creo que eso quita mucho talento en España y es un freno para el progreso.

Las investigaciones anti-envejecimiento son punteras en Estados Unidos. ¿Será posible acabar con la vejez?

Se han hecho experimentos con animales en los que con la dieta y el ejercicio se logra aumentar en un 20 por ciento la duración de la vida, de modo que se puede retrasar el envejecimiento. Ahora bien, no vamos a vivir 200 años ni se puede evitar el envejecimiento. Lo que sí se puede prolongar de manera limitada es la vida y disponer de más años con más calidad de vida.