MUJERES MASTECTOMIZADAS ESPERAN LA RECONSTRUCIÓN DE SUS SENOS

«No pararemos hasta vernos con nuestros pechos»

La demora, que podría ser tres meses si entrara en vigor la propuesta parlamentaria aprobada en 2015, supera los dos años

Macarena Hinojosa, Ángela Casillas, Loli Hernández y Mara León, de izquierda a derec-ha JESÚS SPINOLA

AMALIA F. LÉRIDA

No se sabe el número porque ni a ellas mismas les informan pero la cifra que se coteja es que cada año aparecen en España 26.000 nuevos casos de mujeres con cáncer de mama, cada vez a más temprana edad, muchas de ellas sometidas a una mastectomía radical, o lo que es lo mismo, a la amputación de uno de sus senos, o los dos.

Para gran parte de ellas el final del tratamiento es la reconstrucción de los pechos que significa la recuperación de su integridad física, «vernos enteras» , dicen, pero para ello han de esperar una media de dos años.

Este calvario ha dado lugar a un movimiento de protesta liderado por Mara León «artista y portavoz del movimiento 730, que son los días que hay en dos años, el tiempo medio de espera» . Ha cogido el arte como reclamo porque piensa que así se pueden decir muchas cosas y por eso retrata su cuerpo día a día y publica las fotos en las redes hasta que sea posible la reconstrucción de su mama. La lucha de Mara y de la Asociación de Mujeres Mastectomizadas de Jerez de la Frontera ha dado sus frutos pero la Junta de Andalucía no actúa pesar del consenso de todos los grupos parlamentarios.

El pasado 22 de diciembre se llevó al pleno del Parlamento una proposición no de ley en la que se instaba al Gobierno andaluz a incorporar en el decreto por el que se establece la garantía de plazo de respuesta quirúrgica el procedimiento quirúrgico de implantación de prótesis de mama y reconstrucción del seno para las mujeres mastectomizadas.

Con ello se conseguiría que el plazo máximo de intervención sea de 180 días a partir del visto bueno facultativo y la inclusión en el registro de demanda quirúrgica del SAS. El Parlamento también reclamó a la Junta de Andalucía medios materiales y humanos para los centros hospitalarios especializados en este tipo de procedimientos quirúrgicos con el objeto de atender la demanda existente y la reducción de los plazos conforme al decreto de garantía de plazo de respuesta quirúrgica.

Pero todo ello ha quedado en papel mojado porque no se ha publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) la petición y la medida no puede entrar en vigor, a pesar de que el pasado mes de marzo las mujeres de Jerez se personaron en el Parlamento a pedir explicaciones que no recibieron .

Por eso, las afectadas tienen prevista una concentración el próximo 23 de junio en Sevilla para exigir que se tomen las medidas acordadas por los representantes de la ciudadanía y acortar los plazos de una espera que se hace eterna y que, según Mara León, está investigando el Defensor del Pueblo, conoce el Defensor del Paciente y todas las autoridades sanitarias.

No buscan que se aligeren las listas de espera, sino que se publique el BOJA la propuesta parlamentaría y así tener el respaldo legal que como mujeres necesitan. Reclaman protocolos para las mujeres mastectomizadas dentro de los hospitales públicos y exigen que la reconstrucción sea parte del tratamiento contra el cáncer de mama. «No hemos terminado hasta no vernos completas», dice Mara León.

Loli Hernández Pi es otra afectada. Ha puesto una reclamación para que le echen cuenta después de un año y medio con los expansores, con molestias y de «tener que oír cuando fui a quejarme que las listas de espera eran de dos a tres años».

«Me han llamado —asegura— y me dicen que en tres meses me citan para ponerme la prótesis de silicona». Hace ya años que se notó un bultito en un pecho pero le dijeron que no tenía importancia. En 2011 los síntomas le obligaron ir al médico y el 11 de noviembre le confirmaron que tenía cáncer.

En febrero de 2012 la operaron por primera vez y en abril tuvo que volver al quirófano para que le extirparan el pecho. Tuvo que esperar hasta diciembre de 2014 para que le pusieran un expansor, hasta que hace unos días puso la citada reclamación .

«Demasiado tiempo —declara— para reconstruirme una parte de mi cuerpo tan importante para mí y para todas las mujeres . Nadie se puede imaginar lo que es sentirse sin una parte de tu cuerpo hasta que te falta. Por eso quiero que el mundo se entere de que, si tienen la mala suerte de padecer un cáncer de mama, las listas de espera para su reconstrucción son eternas». Pero no hay mal que por bien no venga y Loli se queda también con la enseñanza de una monja a la que un día le condujo la Providencia y con la que mantuvo una conversación. Le dijo «Dios te ha traído hasta aquí y todo saldrá bien». Desde entonces esta joven cree en la conexión de las personas con la fe y en su poder para curarse».

Macarena Hinojosa López tiene 42 años y le diagnosticaron el cáncer en abril de 2014 después de una revisión rutinaria. En mayo le hicieron una mastectomía de la mama derecha. Ella se pagó los 7.000 euros de la operación con el dinero que le prestó su madre porque le daban fecha para casi dos meses después y no podía estar con esa angustia tanto tiempo. Cuando salió del hospital, empezó «a ser consciente de aquello, desde el momento en que tienes que rellenarte el hueco del sujetador con algo para cubrir la falta».

Después comenzó con la quimioterapia y la radioterapia y, cuando terminó su tratamiento en marzo de 2015 le expuso a su oncólogo que quería que le reconstruyeran el pecho. La llamaron para la primera consulta de cirugía plástica en noviembre de 2015. La cirujana que la atendió le ofreció la reconstrucción con dorsal ancho, que consiste en utilizar la piel de la espalda para moldear el pecho, colocar expansor y después prótesis.

Se negó y le dijo que quería el Diep, que emplea únicamente la piel y grasa del abdomen, sin destruir ningún músculo y sin utilizar ningún material extraño para el cuerpo pero la médica intentó quitarle la idea. Pidió una otra opinión a un cirujano y le confirmó que podía hacérsela y que además era mejor. Así que desde noviembre de 2015 está en lista de espera. Macarena detalla cómo cambió su vida pero lo que más le duele es que su hija pequeña no sabe que le falta un pecho. « Antes me duchaba con ella. Ahora no puedo. Le digo que es porque tengo una cicatriz muy fea y ella dice que me ponga un bañador. Es muy duro».

Ya ha cumplido los 65 años de edad y los 39 de casada. Ángela Casillas Revilla ahora está jubilada después de acogerse a un ERE de Ibera en donde trabajó como jefa de venta directa en oficinas de Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla. Un día con 63 años se notó una mastitis y secreciones en la mama.

El médico le hizo todo tipo de pruebas y daba negativo. Pero luego le descubrieron en el otro pecho que tenía un carcinoma in situ. Eso fue en julio de 2013 y en agosto la operaron. Pero surgieron complicaciones y tuvieron que extirparle los dos pechos a finales de octubre de ese año.En noviembre de 2014 la llamaron de Cirugía Plástica del Virgen del Rocío para preguntarle si quería reconstruirse los pechos y dijo que sí.

Hace poco, al cabo del año y medio, le han hecho ya las pruebas para entrar en quirófano. Hasta ahora ha estado con un sujetador «que parece una armadura y unas prótesis que pesan una tonelada y que sí receta la Seguridad Social pero como te acostumbras pues puede darse el caso de que muchas mujeres al cabo de tanto tiempo no entren, de nuevo, en el quirófano». Ella cree que «juegan con eso, con el tiempo porque ¿quién se va a someter otra vez a una operación estando bien?» . Pues ella, que ya va camino de los 70, no para de hacer cosas desde que se jubiló y después de criar a tres hijos, tiene ganas de vivir, el apoyo de su familia y la suerte de que está valorando lo que realmente importa en la vida.

A Mara León estuvieron un año dándole largas hasta que la metieron en lista de espera. Tuvo que plantarle cara a un médico y hacerse fuerte en la consulta. Le dijo que no se levantaba de la silla hasta que no le derivara a otro cirujano plástico. En agosto de 2013 le hicieron una mastectomia radical en el pecho izquierdo y en octubre de 2014 fue derivada a cirugía plástica para iniciar los trámites de la reconstrucción del seno.

Solo la cita tardó cuatro meses . Cuando preguntó el motivo de tanto retraso le dijeron que es una operación «que no corre prisa pues es considerada cirugía estética por lo que se me cayó el alma a los pies por la gran falta de humanidad con la que empiezo a entender cómo tratan el tema». En febrero de 2015 fue por primera vez al cirujano plástico «esperanzada en que me metieran en la lista de espera de dos años de la que todo el mundo habla».

Le dijeron en consulta que no podía ser que tenía que esperar unas pruebas. Cuando llegaron pidió cita y a los tres meses volvió. Esta vez le comunicaron que aún no la metían en lista de espera porque su hermana se había operado de cáncer de mama y estaban esperando resultados de un estudio genético. Llegan las pruebas de genética y otros dos meses para ir a al consulta «y cuando estoy allí me dice el médico que ya no puede hacer nada y que saliese de la consulta» . Entonces fue cuando resistió y la derivó a otro cirujano que la vió a los cuatro meses y la metió en lista de espera en octubre de 2015.

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