Museo Thyssen: Sevilla y Málaga unidas por la Feria

La pinacoteca malagueña acoge entre sus obras costumbristas cinco cuadros sobre la fiesta de primavera visitables a través de su web

«En la Feria», de Rafael Arroyo Fernández Museo Carmen Thyssen

Pedro Ybarra Bores

Entre las numerosas obras de arte que acoge el Museo Carmen Thyssen de Málaga , incluidas en su colección permanente se encuentran al menos cinco cuadros costumbristas con motivo inspirado en la Feria de Abril de Sevilla . Estos cuadros pueden visitarse en el apartado «Paisaje Romántico y Costumbrismo» de la web de la pinacoteca ( www.carmenthyssenmalaga.org ), apartado que reúne destacados ejemplos de las dos principales temáticas abordadas por la pintura romántica española a lo largo de la primera mitad del siglo XIX.

Como se indica en la web, «fueron los viajeros románticos extranjeros que visitaron España en ese momento quienes determinaron la visión que sobre el país transmitieron los artistas. Su forma de interpretar el paisaje monumental y natural y las costumbres tradicionales, vistos desde una fascinación por lo exótico y desconocido, determinaron la evolución de ambos géneros en las primeras décadas de la centuria».

La Feria de Sevilla fue uno de los acontecimientos populares que más atrajo la atención de los pintores costumbristas del siglo XIX, e inspiró algunos de los cuadros más vistosos de la pintura romántica andaluza, de los que la colección de la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza guarda varios testimonios, algunos de ellos particularmente interesantes.

A las últimas décadas del XIX pertenece el cuadro del pintor Rafael Arroyo Fernández ; artista de dotes más bien discretas, que intenta demostrar «En la Feria», en una obra realizada en 1886, sus facultades como dibujante detenido y primoroso, revelando su verdadera capacidad como ilustrador, faceta para la que estaba considerablemente más cualificado.

«Galanteo en un puesto de rosquillas» M. C. T.

De 1852 data la obra «Galanteo en un puesto de rosquillas de la Feria de Sevilla», de Rafael Benjumea , quien pertenece a la nómina de pintores sevillanos de pleno romanticismo. Formado en la Escuela de la Real Academia de Nobles Artes de Santa Isabel, en la que cursó diversas enseñanzas y obtuvo premios, se dedicó pronto al cultivo de la pintura de costumbres sevillanas, insertándose así en una práctica común desde comienzos del siglo XIX. «Ello no fue óbice para que cultivase también y simultáneamente el retrato por su vinculación con el palacio de San Telmo, sede de la corte de los Montpensier, a cuyo servicio estuvo para realizar verdaderos cuadros de “historia contemporánea” a modo de “reportajes pictóricos”, que le proporcionaron fama y dinero», según las palabras de Gerardo Pérez Calero.

«En la Feria de Sevilla», Obra de manuel Cabral Museo Carment Thyssen

«En la Feria de Sevilla» (1855), es obra de Manuel Cabral Aguado Bejarano , cuadro que ofrece una visión del acontecimiento en el Prado de San Sebastián, ejido de la ciudad, fuera de su perímetro urbano. En él aparecen los tipos que definen no sólo esta celebración concreta sino también los que había en una ciudad que se ofrece como singular para el viajero extranjero y nacional, así como para sus propios habitantes.

«El puesto de buñuelos»

A este pintor pertenece también la obra «El puesto de buñuelos», obra de 1854, en la que resuelve esta pintura «de forma virtuosa, atento a los detalles anecdóticos, e interesado también por las composiciones de alguna complejidad incluso para el pequeño formato, dada la disposición de las figuras en torno a la del caballista central», afirma Carlos G. Navarro.

Del año 1867 es «La Feria de Sevilla» de Joaquín Domínguez Bécquer , A los pies de la muralla los feriantes instalan sus tiendas, casetas y entoldados. Entre ellos, varios caballeros y damas de la alta sociedad pasean a caballo o en coche, para no mezclarse con el gentío.

«En esta deliciosa escena festiva de la vida sevillana, Joaquín Domínguez Bécquer deja bien patente su maestría en la observación pintoresca de los diferentes tipos populares que acuden a la feria, descritos con una minuciosidad colorista y anecdótica, de gran efecto narrativo, que consigue atraer irresistiblemente la atención del espectador», según las palabras que le dedica José Luis Díez.

«La Feria de Sevilla», de Joaquín Domínguez Bécquer Museo Carmen Thyssen
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