Multitudinaria jura de bandera de civiles en la base militar de El Copero

«Surcando los cielos de la patria mía» , como canta el himno de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Famet), pero con los pies en la tierra, unos trescientos civiles juraron bandera ayer en la base del Copero, donde está emplazado el Batallón de Helicópteros de Maniobra IV (Bhelma IV) en un acto castrense presidido por el jefe de Estado Mayor del Cuartel General de la Fuerza Terrestre, el general de división Carlos Palacios Zaforteza.

Los civiles prestaron su juramento o promesa ante el estandarte de las Famet, con ocasión de los cincuenta años de servicio de estas unidades del Ejército de Tierra, en la plataforma de despegue de las aeronaves que integran el batallón que, entre otras misiones, asegura la conexión aérea permanente entre las dos orillas españolas del Estrecho de Gibraltar .

Como telón de fondo de la solemne ceremonia, ocho helicópteros de las fuerzas aeromóviles a pie de pista: cinco Superpuma y un Cougar de los radicados en la base sevillana del Copero más un Chinook de transporte de tropas emplazado en Colmenar Viejo y un aparato de ataque Eurocopter Tigre , con base en Almagro.

El acto comenzó puntual a las once de la mañana con los honores a la insignia entregada por la Reina Doña Sofía el 23 de junio de 1981 a las fuerzas aeromóviles del Ejército de Tierra. El coronel segundo jefe de estas unidades fue el encargado de tomar el juramento o promesa a los civiles: “¡Españoles! ¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, con lealtad al Rey, y si preciso fuera entregar vuestra vida en defensa de España?”. Los vivas unánimes a España y al Rey dieron paso al desfile uno por uno de los jurandos ante el pabellón nacional.

También en su alocución, el teniente coronel Sánchez Coello , del Bhelma IV, agradeció a los civiles su acto de «libertad con que os comprometéis» por cuanto subrayaba que la defensa nacional «no es sólo tarea de los militates sino de todos los españoles», invocando el artículo 30 de la Constitución.