Violencia machista
Dos mujeres asesinadas por la violencia machista en Sevilla, igual que en 2016
Rosario y Encarnación pasaron a engrosar la negra estadística provincial en el último año
La violencia machista deja el mismo número de víctimas mortales que el año anterior. Dos mujeres fueron asesinadas por sus parejas en Alcolea del Río y en Sevilla capital . La cifra no mejora el balance de 2016 pero es mejor que el de 2015, cuando perdieron la vida cuatro mujeres en la provincia sevillana por esta lacra social.
Las dos últimas víctimas se llamaban Rosario y Encarnación . Una no había denunciado nunca a su marido mientras que la otra había acudido varias veces a los juzgados y disponía de una orden de protección que no sirvió para salvarla de su agresor.
La primera era vecina de Alcolea del Río y había decidido poner fin a su relación. Su agresor confesaría días después del crimen , en el mes de mayo, que la había asfixiado. Después metió el cuerpo de la mujer en una maleta y la arrojó al cauce seco de un río. La confesión de Antonio María Gómez no fue voluntaria sino que se produjo tras verse acorralado por su entorno y los investigadores.
La familia de ella denunció su desaparición cuando llegó la comunión de su hija y no asistió. Antonio puso como excusa que Rosario había abandonado el hogar conyugal. La Guardia Civil sospechó de él por las contradicciones en las que incurría en cada declaración. Así que decidieron presionarlo llevando a cabo una inspección ocular en su domicilio. Acabó hablando.
Semanas después del primer crimen que inauguraba la negra estadística provincial de mujeres víctimas de esta lacra social , se registraba la segunda muerte.
Encarnación sabía que su exmarido, un delincuente que salía y entraba constantemente de la cárcel, se la tenía jurada. Ya le había amenazado con matarla si decidía rehacer su vida. El 24 de junio, Francisco Rodríguez la esperó a que saliera a la calle en el barrio capitalino de Palmete y la persiguió cuchillo en mano . La víctima trató de refugiarse en una cochera, pero allí el agresor le dio caza y la apuñaló hasta dejarla sin vida. También hirió a una prima de Encarnación que salió en su defensa. La terrible escena la presenció el menor de los cuatro hijos que tenía la fallecida, de tan sólo seis años.
Francisco huyó del barrio en una bicicleta que robó en la calle y a las pocas horas se entregó a a Policía Nacional. Sabía que le estaban buscando. Ante la juez confesó el crimen , afirmando que se produjo en el contexto de una discusión en la que se puso muy nervioso. Una versión de los hechos que no coincide con lo que dicen los testigos, quienes relataron como la esperó agazapado en la calle, la atacó de sorpresa y la persiguió hasta darle muerte.
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