Muere Tomás Balbontín, uno de los grandes maestros del periodismo sevillano

Fue redactor jefe de la sección Local de ABC durante años, especialista en política municipal y urbanismo, articulista y escritor

Tomás Balbontín de Arce fue redactor jefe de ABC de Sevilla J.M. Serrano
Alberto García Reyes

Alberto García Reyes

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Ayer mismo publicó su último artículo en el ABC de su vida con un título premonitorio, «Tiempo de mudanzas» , y cumplió el pronóstico del poeta y articulista Manuel Alcántara: «El último día de mi vida escribiré mi artículo, lo mandaré al periódico, haré una bola con el folio y lo tiraré a la papelera. Y eso habré sido yo». Ha muerto a los 66 años Tomás Balbontín de Arce , uno de los grandes maestros del periodismo sevillano de todos los tiempos, pero su última columna aún sigue viva en las páginas del periódico en el que puso en práctica una manera singular de concebir el oficio. Para Tomás Sevilla fue siempre un compromiso y el periodismo un sacerdocio. Sus problemas de salud jamás le impidieron mandar a la redacción su artículo de cada lunes , a veces incluso desde la UCI, donde tenía que engañar a los enfermeros para cumplir con su cita semanal religiosamente tecleando el texto en su teléfono móvil. Hizo como César González-Ruano en el hospicio durante su agonía cuando una de las monjas quiso quitarle las cuartillas para que dejara de escribir: «¿Usted puede dejar de ser monja alguna hora del día? Pues yo tampoco puedo dejar de ser periodista». Y con las botas puestas ha muerto.

Balbontín procede de una gran estirpe de arquitectos sevillanos fundada por Alberto Balbontín de Orta, quien creó un estudio en la ciudad a comienzos del siglo XX. El origen de la familia está en la industria metalúrgica, pero luego casi todos se dedicaron a la Arquitectura, razón por la que tomás comenzó esta carrera y llegó a terminar varios cursos. Pero desde muy pronto tuvo clara su verdadera vocación y logró convencer a sus padres para matricularse en Periodismo en Madrid, donde se formó para integrarse en la plantilla de ABC de Sevilla a finales de los años setenta . Tanta era su pasión por el oficio que durante sus primer año de ejercicio compaginó el trabajo en ABC con la Hoja del Lunes, por lo que trabajaba todos los días de la semana sin descanso. Y así estuvo hasta que desapareció el periódico semanal como consecuencia de la publicación diaria del resto de medios impresos, de manera que se integró de forma exclusiva en ABC como redactor de Local, donde llegó a ser jefe de la sección luego redactor jefe, puesto que ocupaba cuando la salud le obligó a jubilarse anticipadamente .

Fue un periodista valiente, muy crítico con la gestión política de cualquier partido, libre hasta las últimas consecuencias, muy exigente con el trato a la ciudad y uno de los mayores expertos en el urbanismo sevillano. Publicó centenares de exclusivas sobre los proyectos de Manuel del Valle, Rojas Marcos, Soledad Becerril, Monteseirín... Pero fue querido y respetado por todos . Por eso muchos de los periodistas que trabajaron a sus órdenes en aquella época de la década de los noventa lo han considerado siempre un maestro, una persona con mucha capacidad de liderazgo, buen compañero e implacable informador, además de alguien con un sentido del humor fuera de lo común. De hecho, solía recomendar a todo el mundo que no se privara de nada, tampoco de lo malo. Mejor dicho, sobre todo de lo malo.

Recibió un trasplante de hígado hace más de tres lustros y sólo faltó a la redacción los días mínimos de ingreso hospitalario y recuperación. Sufrió un infarto en su mesa de trabajo y regresó sólo tres o cuatro periódicos después, que así es como él contaba las jornadas, por números publicados. Pero hace poco más de una década tuvo que abandonar el día a día para dedicarse más tiempo a sí mismo. Su esposa y madre de sus dos hijos, la periodista Nani Carvajal, le convenció para que dejara el estrés de un periódico diario y Tomás se marchó angustiado, pero decidió mantener su artículo ‘Los lunes al sol’ , en el que hasta el último día ha mantenido la tensión informativa intacta. El de ayer analiza la situación política del Ayuntamiento y los nuevos candidatos de los partidos. Porque Balbontín siempre miró al frente en cualquier circunstancia .

El viernes pasado fue intervenido de forma rutinaria en el hospital y todo el fin de semana ha estado acudiendo al médico para hacer un seguimiento de su extraordinario corazón en todos los sentidos de la expresión, pero mientras estaba siendo atendido en la mañana de ayer por los facultativos sufrió una parada que ya no tuvo vuelta atrás. Hoy se celebrará a las 13 horas un responso en el tanatorio de la SE-30 . De modo que Tomás ha cumplido sus propias órdenes: «Un periodista sólo es noticia el día de su muerte». Aquí está la noticia, en el periódico del día después de su última firma. Como presagió Alcántara y estaría orgulloso de repetir Balbontín, todo lo que él ha sido es la tinta que ahora mancha las yemas de los dedos del lector. Nada más. Hoy es Tomás el protagonista del titular porque, como aventuró en su artículo definitivo, ha comenzado su tiempo de mudanza , pero en la hemeroteca él será siempre sólo el arquitecto del mejor periodismo sevillano.

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