Muere José Manuel Padilla, editor, librero y dinamizador de la cultura en Sevilla
También se prodigó como escritor, actor y crítico teatral; abrió su primera librería hace medio siglo
Ha muerto Padilla. La noticia ha corrido como la pólvora en los circuitos culturales de la ciudad. José Manuel Padilla (Sevilla, 1943), librero , editor , escritor , actor , crítico teatral , polifacético personaje de una cultura sevillana nacida al olor del Mayo del 68 francés que en este año cumplió cincuenta al frente de su librería, que es algo más que un lugar donde se encuentran libros, porque Padilla decidió en un momento lanzarse a la edición de obras que nadie apreciaba, y acertó, porque los betsellers no eran objeto de esta librería «no busques a Ken Follet porque aquí no lo vas a encontrar» decía su mujer y eterna compañera, Piluchi.
Junto a Piluchi fundaron la primera librería en los Azahares para recorrer el centro a lo largo de cincuenta años. De los Azahares a la calle Laraña y de ahí a San Juan de la Palma para terminar en Trajano, donde hoy aún están, incorporados desde hace años, junto a Pilar, sus hijos María y Manuel.
Pocos se acuerdan que Padilla empezó como técnico y regidor en Galas Juveniles y luego como actor. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Hispalense y allí contactó con los grupos de teatro. Pasó por el de la Facultad de Derecho haciendo teatro leído, en el que coincidió con otros dos apasionados del teatro y luego políticos de la Transición como Alfonso Guerra y Amparo Rubiales , y con el actor Juan Diego , quien lo tentó a viajar a Madrid, pero no lo consiguió porque Padilla era un sevillano cernudiano que quería vivir en su ciudad.
En el teatro actuó y trabajó con los grupos Esperpento y Mediodía , aquello fue algo natural. Su presencia escénica y su potente voz era sus características.
Pero en paralelo se fue forjando su vocación de librero, sin abandonar el teatro. En 1969 abrió su primera librería en los Azahares, luego en Laraña donde Padilla comenzó a editar los libros «a los que nadie prestaba atención», desde Valle Inclán a «Los miércoles a las ocho», una novela negra de estilo inglés.
Centro cultural de Sevilla
Laraña fue uno de los centros potentes culturales de Sevilla . El librero editaba «El Heraldo de Padilla»; presentaba libros; colaboró en la edición de la maravillosa revista «Calle del Aire», donde estaban poetas como Fernando Ortiz , también desaparecido. Los viernes las tertulias se alargaban hasta la madrugada. Fue presidente del gremio de libreros en los años 80, crítico teatral en Diario 16, coleccionista, y observador de una ciudad que cambiaba con rapidez a su alrededor.
Perdió a uno de sus grandes amigos, Benito Moreno al que en 2016 le hizo su última exposición de dibujos en su librería. Se ha quedado sin asistir esta semana pasada a la lectura del libro de poemas de Miguel Vázquez, otro de sus grandes amigo, y cuyo último volumen acaba de editar.
Ha muerto Padilla como vivió, de forma teatral, en época teatral, acordándose de Zorilla y huyendo del maldito invento extranjero que hace que la gente parezca un engendro por las calles de una ciudad que huele a buñuelos y a huesos de santo. Ha muerto un hombre de la Cultura de una Sevilla que no fue la que conoció .