Muere Antonio Montero, quien fuera obispo auxiliar de Bueno Monreal
Fue el primer arzobispo de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, nombrado por Juan Pablo II
El primer arzobispo de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, Antonio Montero Moreno, ha fallecido este jueves a los 93 años de edad. Nacido en Churriana de la Vega (Granada), el 28 de agosto de 1928, fue nombrado Obispo de Badajoz el 3 de mayo de 1980, haciendo su entrada en la Diócesis el 24 del mismo mes.
El día 28 de julio de 1994, Su Santidad el Papa Juan Pablo II, por la Bula «Universae Ecclesiae sustinentes» crea la nueva Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz, que comprende a las tres diócesis extremeñas, y nombra primer Arzobispo de la nueva Sede Metropolitana a Antonio Montero Moreno, que toma posesión de la Archidiócesis en el acto de ejecución de la referida Bula, en Mérida, el 12 de octubre de 1994.
Desde entonces su labor más destacada es la coordinación de la Iglesia en Extremadura en todos los ámbitos de la vida pastoral y el impulso de las relaciones institucionales con las autoridades autónomas en diversos campos de colaboración, informan desde el Arzobispado de Mérida-Badajoz en un comunicado.
Puso en marcha la doble capitalidad, dándole categoría de concatedral a la parroquia de Santa María, en Mérida, y la creación de una sección del Cabildo en la Concatedral emeritense.
Fue sustituido por Santiago García Aracil, que el día 9 de julio de 2004, fue nombrado por S.S. Juan Pablo II para ocupar la Sede metropolitana de Mérida- Badajoz. Desde su paso a emérito residía con su familia en Sevilla.
Estrecho colaborador
Montero recibió el Orden sacerdotal el 19 de mayo de 1951, en la Basílica de San Juan de Letrán de Roma, y realizó su primera labor sacerdotal, durante dos años escasos, como coadjutor de la parroquia granadina de San Agustín, capellán del Hospital Clínico de la Facultad de Medicina y profesor de Religión en el Colegio de Cristo Rey.
El 10 de abril de 1969 el Papa Pablo VI le nombró Obispo titular de Regiana y Auxiliar de Sevilla, siendo consagrado el 17 de mayo, en la Catedral Hispalense, por el Cardenal Bueno Monreal, del que sería estrecho colaborador durante más de una década.
Las huellas más señaladas de su labor en Sevilla fueron el Sínodo diocesano de los años 70-72 y su presencia activa en la creación y dirección del Centro de Estudios Teológicos y de la Escuela de Magisterio de la Iglesia. El día 3 de mayo de 1980 fue nombrado Obispo de Badajoz, haciendo su entrada en la Diócesis el 24 del mismo mes.
La capilla ardiente se instalará este viernes en la Catedral de Badajoz , y será enterrado el sábado en Mérida.
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