Monasterio de San Isidoro del Campo, un enclave desafortunado
Fundado por Guzmán el Bueno en 1298, sobre el lugar que ocupaba la ermita donde supuestamente había muerto San Isidoro, fue foco del protestantismo, convertido en fábrica, incendiado, expoliado y nunca llegó a convertirse en parador. La fortuna no parece querer acompañar a este enclave monumental sevillano