Misterios de Sevilla: miedo en las viejas bases americanas
Por muchos años que un investigador de lo inexplicable lleve en este mundo, siempre hay un momento para el asombro, la sorpresa, lo paranormal o, simplemente, lo desconocido
Por muchos años que un investigador de lo inexplicable lleve en este mundo, siempre hay un momento para el asombro, para la sorpresa, lo paranormal o, simplemente, lo desconocido .
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Fue una noche intensa de investigación en la que se invitó a una serie de amigos y curiosos del misterio a acompañarnos a un edificio encantado. En concreto, el lugar elegido para la experiencia fue el denominado Hospital o «Sanatorio de los Muertos» . Un lugar que antaño se trataba del Complejo Hospitalario de San Pablo y que dejó de funcionar como tal en la década de los 70 del pasado siglo XX. Hoy día el tiempo ha tomado posesión de aquel lugar y solo es una sombra de lo que fue. Repartidos por diferentes edificios del entorno los testigos comenzaron a vivir fenómenos difíciles de explicar .
Hablan los testigos
Nuestra primera testigo, Fátima, comenzó a sentir en el hospital como algo los rodeaba, los envolvía, los tocaba... Algo invisible, incómodo, pesado y tenso que hizo que una acompañante se comenzara a sentir mal. Decidieron abandonar el lugar y, justo cuando salían, un siseo comenzó a llamarlos de forma insistente , como aquel que reclama la atención porque no quiere que alguien se vaya.
Miguel es otro de los testigos que nos llamó al estar viendo en un ala psiquiátrica una sombra -o silueta- que se paseaba por la zona alta. Al llamarnos acudimos y comprobamos como, efectivamente, algo o alguien estaba allí. Un equipo se desplazó al lugar y constató como allí no había nadie mientras en uno de los pasillos se escuchaba una voz de origen desconocido que, al preguntar ellos en voz alta «¿Quién hay aquí?», contestó «nadie».
Nuestro siguiente testigo es Juan, que sintió como en uno de los pabellones algo le tocaba y sentía ese contacto frío en sus brazos mientras se emplazaba en el mismo sitio donde se escuchaba rechinar una silla de ruedas . Pero la experiencia más fuerte la tuvo Curro, un chico que, mientras preguntaba en sesión psicofónica, fue cogido por el cuello y, sin violencia, una mano invisible comenzó a ahogarlo.
Hablando con lo imposible
Un compañero llevaba consigo la popular «Spirit Box» , una máquina de apoyo que permite una interacción psicofónica . Estando en una zona donde se encontró asesinada a una prostituta, la máquina comenzó a reproducir mensajes como «ven» o «por aquí», mientras guiaba sus pasos y los de sus acompañantes. Las palabras y frases cada vez eran más desconcertantes: «Soy yo», «muerta», «David»... a la vez que eran acompañados por raps y luces extrañas. Aquella fue una noche compleja y difícil que terminó con una nueva aparición de la silueta sin que nadie la provocara.
¿Qué sucedió en esa noche de investigación? Posiblemente todo ello guardase relación con las manifestaciones espectrales que habitan en el Hospital o Sanatorio de los Muertos.
