Misterios de Sevilla: incidentes sobrenaturales en Triana

Nos desplazamos al Castillo de San Jorge, un lugar en el que se aúnan la Historia y el misterio

Misterios de Sevilla: incidentes sobrenaturales en Triana ABC

José Manuel García Bautista

Los restos del Castillo de San Jorge están soterrados bajo el mercado de abastos de Triana , en pleno Altozano. De construcción árabe en 1171, fue tomado por la Inquisición como sede en 1481 , siendo feudo de los inquisidores en su interior. En sus mazmorras se cometieron todo tipo de tropelías, torturas y crímenes impunes amparados en la locura de la religiosidad más radical.

Las crecidas del Guadalquivir hacen que el castillo se abandone y en años venideros sobre él se construya la Plaza de Abastos. Con motivo de la exposición de 1992 y con el objetivo de modernizar el citado mercado, éste se demolió , saliendo a la luz los restos del castillo y de un cementerio almohade...

Hoy se distingue perfectamente por una ermita fortificada construida a la bajada del mismo puente que nos da acceso al mercado. En la zona es también famoso el Callejón de la Inquisición, ubicado en la confluencia de las calles Castilla, San Jorge y Callao , que fue durante siglo y medio el único testimonio visible de la presencia del antiguo tribunal inquisitorial en Triana.

Todo ello viene a estas páginas ya que, tras la remodelación en 1992, no son pocas las personas que afirman sentirse acompañadas en el mercado o que dicen escuchar ruidos de cadenas al más puro estilo de los relatos románticos de fantasmas del medievo. E, incluso, personas que aseguran que varios espectadores han salido asombrados del pasear tranquilo, pausado y casi eterno de un individuo etéreo al que le falta la mitad del rostro y que ataviado con trajes de época parece estar condenado a vagar por los sótanos del mercado donde se hallaron los restos arqueológicos, tal vez despertados por la palas excavadoras que no entienden de romanticismos espectrales y sí de reforman urbanísticas. Sea como fuere, este personaje parece morar eternamente en los restos de un viejo castillo en busca, tal vez, del desalmado inquisidor que le arrancó medio rostro y con él la misma vida.

Lo más significativo fue la visión de una niña en la denominada como «calle del pescado» , a la cual miembros del personal de seguridad dijeron ver junto a otros fenómenos extraños no menos inquietantes. Un comerciante se refirió a ella de la siguiente manera: «Estaba colocando el puesto y me noté observado, me di la vuelta y me encontré allí a la niña , mirándome, con un traje blanco. No sé cómo pero desapareció».

La empresa Astarté Custodia, de seguridad, reunió un buen número de testimonios donde sus empleados afirmaron haber visto orbes (esferas de luz), sintieron a un niño o niña que lloraba , así como aseguraron visualizar a la extraña aparición del viejo castillo de San Jorge.

Otro punto de interés al visitante lo encontramos en el colegio de los Salesianos de Triana, en la calle Conde de Bustillo . Son pocos los que conocen que en este lugar se han producido una serie de fenómenos de índole diversa, pero todos ellos con un componente altamente paranormal : desde jóvenes que han jugado a la «ouija» en el interior del templo salesiano, hasta grabaciones de psicofonías con muy distinto resultado.

Pero lo más impactante que ocurrió en este centro fueron unas voces del otro lado que gritaron un buen día, ¿o mal día?, a cinco jóvenes : «¡Eh Marco, Marco! Él sigue... Marco, Marco, eh! Marco... eh! Si-gue-me ,si...-gue...-me...!!!». En la quietud de la noche, a los cinco amigos les gustaba llamarse como los Apóstoles y aquella voz les inquirió de aquella forma. Y es que hay veces que más vale no jugar con fuego para no despertar a los antiguos fantasmas de un lugar, o se corre el riesgo de ser llamado como desde el más allá.

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