Misterios de Sevilla: El fantasma del Cortijo
Tiene fama de que allí suceden cosas extrañas desde que en la Guerra Civil se fusilaban en la tapia a los vecinos del pueblo
Encontramos más lugares tocados por el misterio en la localidad sevillana y nuestro destino es el denominado como Cortijo de Madrigales . Es Javier Moya quien me narra una curiosa historia sobre este enclave:
«A mí, tengo que decirte, que me llega esta información cuando nos compramos mi mujer y yo la casa en la que vivimos ; en una de las visitas que hacemos a las obras, unas mujeres mayores del pueblo se dirigen a nosotros y nos comentan que si esas casas son nuestras. Les dijimos que sí y se miraron entre ellas con la misma cara que pusimos anoche frente a la casa que vimos en la calle O´Donnell.
Eso nos escama un poco y le preguntamos a mi cuñado, que es de Espartinas. Él dice que no sabe nada pero que cree que se refiere a la historia del cercano Cortijo de Madrigales (que está a unos 200 metros y por la que la cañada real que pasa justo por delante de nuestra casa y el olivar que se extiende en su ribera nos comunica), que tiene fama de que allí suceden cosas extrañas desde que en la Guerra Civil se fusilaban en la tapia a los vecinos del pueblo . Desde entonces dicen que por esa cañada real y por el olivar se ven figuras blancas pasearse por las noches. Nosotros nunca hemos visto nada».
Sin embargo Claudio Moreno nos decía: «Me llevé un susto de muerte, estaba en la zona que está cerca al Cortijo de Madrigales cuando vi, claramente, a una persona traslúcida frente a mí, que iban paseando, sin reparar en mí. Me acojoné vivo, traté de grabarlo con la cámara del móvil pero el móvil no funcionaba, se quedó seco de batería. Sé que aquello era un fantasma , lo vi claro, estaba cayendo la noche y brillaba, emitía luz… Fue inolvidable, me morí de miedo».
Otro caso de apariciones y fantasmas lo tenemos en San Juan de Aznalfarache . Allí encontramos el espectro que quedó reseñado en un viejo artículo de prensa de finales del siglo XIX. Fue el diario «La Época» de Madrid, del 20 de octubre de 1849, el que relató la siguiente noticia relacionada con el sacerdote del Convento del Monumento.
«Llama la atención general de los pueblos de San Juan de Aznalfarache, Tomares, Gelves y otros de aquellas inmediaciones, pero particularmente del primero, la aparición del difunto cura que murió hace más de un año en el exconvento situado al Norte de dicho pueblo, y en el que se halla sepultado».
La noticia prosigue: «El origen de estos rumores ha sido una persona que sostiene y afirma haberlo visto algunas noches consecutivas revestido como para celebrar en la misma habitación en que falleció, y a tal punto ha llegado su ilusión, que ha estado mala y sangrada del susto. Tan luego como esta noticia cundió por el pueblo se alarmaron los vecinos, el fuego se comunicó a los inmediatos, y aun cuando el hecho sucedió a fines del mes pasado, todavía anda de boca en boca el nombre del presbítero que descansa en paz , pero por las noches anda vagando por los elevados tejados y carcomidos murallones del convento».
Misterios de Sevilla y su provincia, una ciudad eterna de eternos terrores…
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