SANIDAD
Médicos del Virgen Macarena protestan contra la última agresión a un oftalmólogo
Un paciente lo amenazó e intentó agredirle tras interrumpir una consulta con un niño que padecía un grave traumatismo ocular
Médicos del Hospital Virgen Macarena se manifestaron este jueves a las puertas de este centro sevillano en protesta por las agresiones sufridas en los últimos meses a manos de pacientes o sus familiares.
Uno de los últimos ataques ocurrió en el edificio de Consultas Externas. Un paciente accedió a las instalaciones del Servicio de Oftalmología sin respetar su turno de espera , interrumpiendo varias veces la consulta en la que estaba citado. Exigía con muy malos modos, según el testimonio de los trabajadores sanitarios presentes, ser atendido de inmediato.
El oftalmólogo Francisco Espejo , que se encontraba en la consulta contigua atendiendo a un niño que había sufrido un grave traumatismo ocular, le pidió que bajara la voz y saliera a la sala de espera hasta que le tocase su turno.
Lejos de deponer su actitud, el paciente permaneció dentro del servicio de Oftalmología y continuó amenazando al médico con esperarle fuera y darle una paliza si no lo atendía, amenaza que repitió a gritos varias veces. Una enfermera avisó al servicio de seguridad, dado que las consultas del Policlínico carecen de botón antipánico. A la llamada acudieron dos vigilantes, a pesar de lo cual una de las consultas tuvo que suspenderse hasta la llegada de efectivos de la Policía Nacional .
Lesiones y fracturas
El facultativo amenazado, que presentó la correspondiente denuncia en comisaría, reconoció a ABC que sintió miedo a que el paciente cumpliera sus amenazas y que fue a trabajar los días siguientes con temor a que se presentara allí. «Ha habido muchas agresiones en este hospital en los últimos meses, algunas de tipo físico que han provocado lesiones y fracturas en algunos profesionales sanitarios», aseguró Espejo, quien habla también de «empujones y persecuciones» como algo «que sucede con cierta frecuencia».
El presidente del Sindicato Médico de Andalucía, Rafael Carrasco, asegura que «situaciones como ésta son, desgraciadamente, cada día más frecuentes y han crecido un veinte por ciento en lo que va de año respecto al año anterior». Carrasco dice que «no podemos permitir que nos habituemos a ellas ni a considerarlas como un riesgo inherente a nuestro trabajo. Las agresiones producen secuelas físicas y psicológicas y atentan contra nuestra dignidad. Las Administraciones deben pasar de una vez de las palabras grandilocuentes a poner en marcha medidas preventivas y disuasorias eficaces para que este tipo de hechos dejen de tener lugar».
Entre ellas, destacan la presencia de guardias de seguridad en todos los centros de salud sevillanos, algo que no existe en este momento salvo en el Polígono Sur . «En algunos pueblos hay centros de salud con guardias de un solo médico, a veces una mujer de treinta y pocos años que debería hacer frente sola, o con la ayuda de una enfermera, a cualquier tipo de agresión», comenta Carrasco.
El presidente del Sindicato Médico Andaluz recuerda que «en los servicios centrales del SAS y en la delegación de Salud de la calle Luis Montoto, que son oficinas administrativas, hay un guardia de seguridad. Donde se producen conflictos de orden público, sin embargo, no los hay».
Y añade: «Cuando un policía o un guardia civil te pone multa no se te ocurre agredirlo porque sabes que te la estás jugando, pero en los hospitales o en los colegios e institutos parece que sale gratis agredir física o verbalmente a un profesional», añade Carrasco.
Una especialista del hospital dijo a ABC que «se ha perdido la cultura, la educación y el respeto a los profesionales sanitarios. El paciente tiene unas expectativas irreales y la relación médico-paciente de antaño se está perdiendo. Se le considera uno más, como un funcionario. Esto se ha acentuado desde el inicio de la crisis de 2008, cuando se aplicaron muchos recortes económicos y se redujo la inversión en sanidad».