Los médicos de Sevilla I alertan: «Se está poniendo en riesgo la vida de los reclusos por falta de medios»
El centro penitenciario alberga estos días a cerca de 1.300 internos y se ha quedado sin enfermeros
Los problemas continúan en el centro penitenciario de Sevilla I . Esta vez no han sido los sindicatos de los funcionarios los que han salido a denunciar las deficiencias que se sufren en una cárcel que alberga estos días a cerca de 1.300 internos. Son los facultativos de la cárcel, médicos y auxiliares de enfermería, los que lanzan un SOS desesperado en forma de carta.
El escrito, remitido a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias con fecha de este miércoles, advierte de que se «está menoscabando la asistencia sanitaria de urgencias, poniendo en grave riesgo la vida de los internos ». La carta, firmada por el equipo sanitario de Sevilla I, denuncia que esta situación vulnera la Ley Penitenciaria, en cuanto a que la Administración debe velar por la seguridad e integridad de los reclusos.
La grave advertencia, de la que han querido dejar constancia por escrito, se produce después de que el centro penitenciario se quedara sin enfermeros el pasado 31 de mayo ; lo que les obliga a asumir las tareas de este personal, «incurrir en intrusismo y corriendo el consiguiente riesgo para los cuidados de los internos».
Un «parche» como solución alternativa
Fuentes penitenciarias explican a ABC que la presión asistencial se está volviendo insoportable para estos profesionales y la calidad de la atención se está resintiendo, sobre todo la de aquellos reclusos que padecen enfermedades crónicas. En estos momentos el equipo sanitario lo conforman siete médicos y ocho auxiliares.
«El parche» que se ha buscado para cubrir la falta de enfermeros ha sido enviar «un profesional del Hospital Psiquiátrico Penitenciario quien atienda provisionalmente las necesidades asistenciales básicas», señala CSIF en un escrito a la subdirectora General de Recursos Humanos. Si bien, añade el coordinador de prisiones de CSIF, Claudio Esteban, el horario es limitado al igual que las asistencias que realiza.
«Conocemos las preocupaciones de estos compañeros. Sabemos que se han visto abocados a presentar una demanda por acoso laboral contra dos miembros del equipo directivo del centro. Sabemos que el año pasado tuvieron que anularse vacaciones reglamentarias en el periodo estival y que se rozó el abuso del necesidades del servicio en la adjudicación de turnos de trabajo», señalan desde CSIF.