El médico que modernizó la clínica de Fátima

José Antonio Méndez Caballos se había jubilado el pasado junio tras renovar en 2014 todo el centro sanitario

José Antonio Méndez, a la izquierda, junto a sus hijos en la entrada del hospital MILLAN HERCE

M. J. PEREIRA/J. M.

José Antonio Méndez Caballos nació en Sevilla el 24 de noviembre de 1941, estudió en la Escuela Francesa y la carrera de Medicina en la Universidad de Sevilla , de la promoción del 59-65, especialista en Traumatología y Cirugía General. Ejerció como ayudante de cirugía de cupo en García Morato, en el Ambulatorio de Marqués de Paradas y como jefe de sección del Servicio de Traumatología del Hospital Virgen Macarena hasta su jubilación.

El ejercicio profesional lo ha desarrollado en el ámbito público compaginándolo con su actividad en la Clínica de Fátima , empresa familiar que dirigía con sus hijos. Ha sido presidente de la Asociación Andaluza de Clínicas Privadas , es académico correspondiente de la Real Academia de Medicina y patrono de la Fundación del Colegio de Médicos . Traumatólogo de enorme prestigio en la capital hispalense, fue distinguido como «Médico ilustre» en 2010 por el Colegio de Médicos de Sevilla.

La Clínica de Fátima fue inaugurada en 1954 por Manuel Méndez León , padre del fallecido, quien al jubilarse dejó el centro sanitario en manos de José Antonio Méndez Caballos. En 2014, la clínica de Fátima inauguró su ampliación tras una inversión de 15 millones de euros. La ampliación supuso la incorporación de 5.600 metros cuadrados repartidos en un moderno y funcional edificio integrado completamente con el original, ya que ambos están comunicados en todas las plantas.

El pasado mes de junio inició su jubilación y dejó ya toda la gestión del centro en manos de sus hijos, según informaron fuentes del finado. Uno de sus hijos, el economista José Antonio Méndez-Ferrer , es el actual gerente de la Clínica de Fátima, mientras que otros hijos suyos trabajan también en el centro: Manuel, traumatólogo; Marcos, radiólogo y Bosco, médico rehabilitador. Su hijo Simón Méndez-Ferrer es un prestigioso científico que ha investigado durante siete años con células madre en el hospital Monte Sinaí de Estados Unidos, después tres años en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares en Madrid y ahora trabaja en la Universidad de Cambridge (Reino Unido).

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