TRIBUNALES

Más de nueve años para juzgar una estafa en tarjetas bancarias tras otra suspensión del juicio

La incomparecencia de un testigo «necesario» para la Fiscalía ha obligado a la Audiencia a aplazar la vista oral al próximo mes de septiembre

El Palacio de Justicia que alberga la Audiencia de Sevilla ABC

Jesús Díaz

En abril de 2019 la Audiencia de Sevilla iba a sentar en el banquillo de los acusados a J.D.G.D. por un delito continuado de falsificación de tarjetas de crédito y un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso medial con un delito continuado de estafa. Se enfrentaba a once años de cárcel . Aquel día se suspendió la vista oral por un cambio a última hora de abogado defensor . Se fijó este miércoles, 29 de enero de 2020, como nueva fecha, pero hoy tampoco ha sido posible por la ausencia de un testigo , por lo que la causa sufre un nuevo aplazamiento: el 23 de septiembre .

Lo más destacado de este procedimiento, además del retraso que va acumulando la causa para ser juzgada en la Sección Primera de la Audiencia, es que los hechos fueron denunciados por la entidad bancaria en 2011 , hace nueve años años. Vuelve a quedar en evidencia la saturación de asuntos que registra los órganos judiciales en Sevilla.

Este miércoles, tanto la acusación, que ejerce la entidad bancaria, como la Fiscalía estaban por la labor de alcanzar un acuerdo de conformidad , pero la defensa del acusado se ha negado . Cuando iba a comenzar el juicio se ha detectado que faltaba un testigo por enfermedad y que la Fiscalía consideraba «necesario» para su acusación.

Los hechos a juzgar

Una empresa de servicios de transporte , con domicilio social en la capital andaluza, concertó en el mes de abril de 2011, a través de su representante legal, el acusado A.A.G., ya fallecido, el contrato de una TPV para prestar servicio de telepago.

En el mes de mayo, J.D.G.D., el otro acusado y el único que será juzgado ofreció al administrador de la empresa una comisión en cuantía que no ha sido determinada a cambio de permitirle usar la TPV de la entidad bancaria denunciante para realizar operaciones con tarjetas de crédito de origen desconocido , «indiciariamente clonadas e ilícitamente conseguidas, y efectuar posteriores transferencias para ocultar el dinero obtenido de manera inmediata aprovechando que eran horas nocturnas y de fin de semana. A.A.G. aceptó», según el escrito de la Fiscalía, al que ha tenido acceso ABC.

Entre los días 7 y 10 de mayo de 2011, el acusado J.D.G.D., utilizando cuatro tarjetas de dos titulares distintos en apenas segundos de diferencia, todas ellas de entidades bancarias extranjeras, « consiguió abonos fraudulentos por importe de 67.230 euros ».

No obstante, intentó 14 operaciones más con las mismas tarjetas si bien resultaron denegadas . En total se intentó realizar cargos en las tarjetas clonadas por importe de 107.260 euros. Descubierto el «ardid ilícito» y antes de que consiguieran transferir el dinero a otra cuenta, se acordó el bloqueo del saldo por importe de 66.612,93 euros.

Por estos hechos, la Fiscalía acusa J.D.G.D. como autor de un delito continuado de falsificación de tarjetas de crédito y un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso medial con un delito continuado de estafa. Por ello, solicita once años de prisión.

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