Hoy más que nunca los enfermos hospitalizados agradecerán la visita y el acompañamiento de los voluntarios que van a verles para hablar con ellos, darle la merienda o simplemente cogerle la manita y decirles «¡qué guapa estás!», como le gusta tanto a las ancianas.
Aportar un valor añadido a la asistencia sanitaria a través de una red solidaria de asociaciones y voluntariado comprometido es una de las líneas de gran interés para los hospitales sevillanos. Se trata de que nigún enfermo o familiar esté solo. Ni ahora en Navidad ni nunca, porque el «camino» acompañado se hace más llevadero.
En la actualidad, un total de 544 personas constan como voluntarias en los cuatro hospitales públicos de Sevilla. Dedican su tiempo libre a ayudar a los demás y, sobre todo, a acompañarlos. Porque los enfermos los necesitan, especialmente las personas mayores, con o sin familia, que es el colectivo que más precisa el cariño de de los voluntarios, según Agustina Hervás , jefa de la Unidad de Trabajo Social y Participación Comunitaria del Virgen del Rocío.
En este hospital, las trabajadoras sociales coordinan a 289 voluntarios y asociaciones u organizaciones vinculadas que realizan diversos programas sociales que incluyen desde el acompañamiento del paciente que está solo durante su ingreso o su tratamiento, la organización de actividades de entretenimiento para los menores hospitalizados, o la posibilidad de ceder una manutención básica y alojamiento a familias de otras provincias y sin recursos que han de pasar largas temporadas en el hospital y que son actividades complementarias a la asistencia sanitaria ofertada por el centro hospitalario.
La acción voluntaria está ligada siempre a entidades comunitarias que mantienen proyectos con el hospital. La citada unidad de la que es resposable Hervás, autoriza, coordina y supervisa todos estos programas. Todas las tardes hay actividades para menores en la ciberaula y a pie de cama . En el caso de los adultos, tres tardes en semana, en la habitación.
Además, hay programas puntuales de acompañamiento para adultos, según necesidades especiales, que se planifican entre la Unidad de Trabajo Social y la entidad, durante su estancia hospitalaria y para favorecer el alta, también. El hospital dispone de una comisión de participación comunitaria con representantes de la dirección, profesionales y entidades. Todas las actividades que se programan se ofrecen a las 33 asociaciones con las que mantiene convenio.
En el Virgen Macarena hay 100 voluntarios en labores de acompañamiento, aparte de los que colaboran en diversos programas.
Un total de 105 están en el hospital de Valme en las distintas áreas asistenciales. Hay voluntariado de asociaciones de pacientes cardiacos, de otra creada en el centro de antiguos pacientes de UCI, de afectados por el cáncer como Amama Sevilla o la Aecc; de la Cruz Roja y de la asociación Adhara, sobre Sida.
En el hospital de San Juan de Dios de Bormujos son 50 las personas que hacen labores de voluntariado. La diversidad de funciones y perfiles obliga a una coordinación de este grupo humano, ya que es «es fundamental ofrecerles formación en habilidades según el perfil y la tarea que vaya a asumir cada uno», afirma María de los Ángeles Izquierdo, coordinadora del áreade Desarrollo Solidario del centro. La incorporación de nuevos perfiles, como el voluntariado del centro universitario de Enfermería San Juan de Dios o la puesta en marcha de nuevas líneas de intervención como el acompañamiento en Urgencias, UCI o la dinamización de actividades lúdicas para los pacientes de la unidad de Lesionados Medulares, enriquecen la experiencia de San Juan de Dios del Aljarafe.