Más de 166.000 personas viven solas en la provincia de Sevilla

Apenas un porcentaje pequeño vive solo porque así lo quiere y suelen ser trabajadores jóvenes que perciben salarios suficientes para asumir los costes de alquiler, suministros y alimentos, una proporción que no representa a esa gran masa de hogares de una persona que ha ido creciendo con los años. En el último lustro el aumento ha sido del 6,3%, pasando de 155.900 en 2016 a 166.400 en 2020 .

Los mayores de 65 años que viven solos en la provincia suman 68.600, de los que la inmensa mayoría son mujeres (el 78,8%) . Casi la mitad de los mismos están viudos, mientras que el 9,8% está divorciado. Le siguen los solteros que son un 7,5% del total.

Las cifras son realmente abultadas en vista de la situación en la que se han visto muchas de estas personas durante la pandemia, llegando a producirse casos de muertes en soledad sin que nadie los eche de menos durante días. Eso ha obligado a las organizaciones de asistencia como Cruz Roja a ampliar sus programas de atención a mayores con acciones de acompañamiento que van más allá de la mera asistencia para hacer la compra o algún trámite administrativo y el problema sigue creciendo.

Menos ha evolucionado el número de parejas sin hijos que fluctúa en cada ejercicio. El año pasado se registraron 136.400, que son 5.200 menos que en 2019, cuando el alcanzó la cifra más alta del último lustro (142.200) . También es menor que en 2018, cuando se llegó a 138.300 en toda la provincia.

Al contrario que en el caso anterior, el perfil de estos hogares es, por lo general, el de jóvenes de entre 25 y 35 años que retrasan la paternidad por cuestiones laborales o personales o que deciden no tener familia. En este saco entran también los hogares en los que los hijos se han marchado quedando solo el matrimonio. Este perfil tiene un peso importante en la encuesta del INE, aunque no es el más numeroso.

La caída de la natalidad tiene su reflejo en el número de hijos por vivienda. Con uno solo hay en Sevilla un total de 120.200, mientras que los que tienen dos, que son los más frecuentes, llegan a 144.000. A mucha distancia se encuentran las familias numerosas con al menos tres hijos que conviven con ellas, que son 28.800 en total. Estas cifras van cambiando año tras año pero sin incrementos significativos. Más estable es la evolución de las parejas con tres hijos o más, que vienen sufriendo un descenso progresivo desde 2016.

Otro de los parámetros que analiza la Encuesta Continua de Hogares es el número de viviendas compartidas, que han ido en descenso a lo largo de 2020. Tal vez en esta situación sí haya tenido que ver la pandemia de Covid, pues la caída es significativa . En total son 16.900, un 14,2% menos que en 2019. Se eliminan los pisos de estudiantes y de muchos trabajadores a los que ya no se les pide una presencia permanente en las oficinas.