Marcha contra el Gobierno en Sevilla: indignación sobre ruedas
La caravana de protesta organizada por Vox en Sevilla contra la gestión del Gobierno desborda todas las previsiones
Un centenar de autocares discrecionales y turísticos se movilizan por las calles de Sevilla
José Gómez Palas
sevilla
Una marea de coches y motos que desbordó con creces todas las previsiones. La caravana de protesta organizada por Vox en contra de la gestión del Gobierno de España en la crisis del coronavirus congregó este sábado en las calles de Sevilla a miles de vehículos en el día de más altas temperaturas en lo que va de año en la capital andaluza. El baile de cifras osciló entre los «4.500 coches, 500 motos y 400 (personas) en la acera con banderas» contabilizados por la Subdelegación del Gobierno y los « 12.600 vehículos y 2.000 motocicletas» a los que elevó la participación Vox. El balance, en todo caso, es muy superior a las previsiones iniciales del propio partido de Santiago Abascal, que apuntaban a la participación de un millar de vehículos en esta marcha bautizada como «Caravana por España y su libertad» y que discurrió sin incidentes entre el estadio Benito Villamarín y el puente de la Barqueta.
Desde una hora antes del mediodía, hora prevista para el inicio de la marcha, los alrededores del estadio Benito Villamarín se fueron poblando de coches, furgonetas y todo terrenos con banderas rojigualdas y pancartas con lemas como «Gobierno dimisión», «Sánchez vete ya», «No más mentiras» o «El Gobierno utiliza el Estado de Alarma de manera fraudulenta».
Mientras, desde las redes sociales de Vox Sevilla se animaba a la participación en esta protesta motorizada con frases como «Sevilla se ‘peta’ hoy» , «No te quedes en casa, únete», «Arriba la España Viva» o «Desbordaremos el Villamarín».
Del éxito de la convocatoria da idea una imagen bastante gráfica. Tal fue la cantidad de coches que quería sumarse a la caravana que los alrededores del Benito Villamarín se terminaron colapsando , obligando a la Policía Local a dar salida primero, como avanzadilla de la protesta, a los centenares de coches y motos que aguardaban en segunda fila en la avenida de la Palmera el inicio de la marcha. Además, y ante la masiva concentración de coche en la zona de Los Bermejales, la Policía Local dio cuenta de la situación a la Guardia Civil ante una posible afección del tráfico en la SE-30.
Haciendo sonar repetidamente el claxon de sus vehículos hasta castigar la batería, con bufandas y banderas de España ondeando por las ventanillas y coreando estribillos como el de «Que viva España» de Manolo Escobar, la larga caravana de coches y motos recorrió en un ambiente festivo y pacífico el eje de casi seis kilómetros y medio que separa el coliseo heliopolitano del puente de la Barqueta , donde concluyó la protesta mucho después de la hora prevista. Cuando la cabecera de la caravana alcanzó el punto de finalización, en la plaza Duquesa Cayetana de Alba, aún había vehículos iniciando el recorrido desde el campo del Betis.
Varias bicicletas y algún que otro patinete también se sumaron a la festiva caravana de coches y motos, a la que no faltó el apoyo de entusiastas peatones a pie de calle. Numerosas personas hicieron pasillo a la protesta enarbolando banderas de España desde las aceras, balcones y terrazas del recorrido.
«ÉXITO ROTUNDO»
De «éxito rotundo» calificó Reyes Romero, vicepresidenta de Vox y diputada nacional por Sevilla, esta concentración, donde no se registraron incidentes y que se desarrolló con normalidad y en un ambiente festivo, a pesar de la presencia a pie de un grupo de jóvenes de apariencia radical que seguía la marcha desde la acera con mascarillas en serie serigrafiadas con la cruz de Borgoña.
A juicio de la diputada de Vox, la marcha constituyó un «ejemplo de civismo» de los sevillanos. «Los españoles están hartos ya de este Gobierno que ha antepuesto sus intereses partidistas al de toda la sociedad», aseguró Romero, quien acusó al Ejecutivo nacional de ocultar información sobre la realidad de la crisis sanitaria para que se pudieran celebrar las manifestaciones del 8-M.
Preguntada por la presencia de motos y público en las aceras, la diputada aclaró que «nosotros habíamos pedido que asistieran en coche, pero lógicamente no se puede parar a los ciudadanos que quieren manifestar su descontento con este Gobierno socialcomunista que nos va llevar a una depresión económica, aparte de la cifra de fallecidos que ya acumulamos. La gente tiene ganas de salir a la calle y manifestar su indignación».
Con el termómetro por encima de los 35 grados , la caravana concluyó pasada la una y media del mediodía en la plaza Duquesa Cayetana de Alba, donde los organizadores montaron una particular línea de meta alineando las furgonetas que habían abierto la comitiva y con la intervención de un animoso speaker que no paró de dar vivas a España y de agradecer a los vehículos a través de la megafonía su participación en una manifestación que en Vox Sevilla se ha tildado ya de «histórica» y en la que aparentemente no se vieron banderas anticonstitucionales.
En total, según los datos difundidos por el partido de Santiago Abascal en un comunicado, más de 21.500 personas participaron en esta marcha sobre ruedas con la que los sevillanos han expresado su hartazgo y su «rechazo rotundo a la gestión del incompetente Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, responsables de los más de 40.000 compatriotas que se han dejado la vida hasta el momento en la grave crisis del Covid-19, el millón de españoles que se han quedado sin su puesto de trabajo y los casi 900.000 trabajadores que aún no han cobrado su ERTE».
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