Barriada de Valdezorras
Una madre y su hijo, juzgados por robar unos 100.000 euros en Sevilla, apuntan la venganza de la exnuera al acusarlos
Junto a otro familiar se sientan en el banquillo de los acusados en la Audiencia por su presunta vinculación con el asalto a un chalé en la carretera de Brenes, cerca de Valdezorras, propiedad de un conocido de la familia
La Audiencia de Sevilla ha sentado este miércoles en el banquillo a Daniela P.A., su hijo Jairo P.P. y el marido de una prima de éste, Manuel G.M. por su presunta implicación en el robo de un chalé en la carretera Brenes, cerca de la barriada de Valdezorras , de un conocido de la familia del que se llevaron más de cien mil euros y joyas . Madre e hijo han apuntado la venganza de la que fuera novia del investigado al acusarlos , pues su testimonio es considerado vital para la Policía Nacional.
La Fiscalía solicita más de doce años de prisión para Jairo y Manuel como presuntos autores del robo con violencia, uso de armas, detención ilegal y daños, pues para cometer su plan pegaron, maniataron y escondieron , primero en el maletero de un coche y después en una habitación, al hombre que aquella noche hacía labores de guarda en el chalé. Por su parte, la madre se enfrenta a cuatro años de cárcel por inducción al robo.
Antes del inicio del jucio han sido varios los intentos de alcanzar un acuerdo de conformidad entre las partes, pero han resultado infructuosos. Por tanto, la vista se ha celebrado. Según la Fiscalía, la madre fue quien convenció a su hijo para llevar a cabo el robo , pues «era perfecta conocedora» que en el chalé había una importante cantidad de dinero. Jairo contactó para ejecutar el plan con Manuel, condenado en varias sentencias, entre ellas una firme en 2007, como autor de un robo con violencia a la pena de dos años de prisión. Hubo un tercer implicado que no se ha podido identificar.
Los tres acusados, defendidos por el abogado Manuel Castaño, han negado su participación en el robo perpetrado la noche del 31 de agosto de 2013 , aprovechando que el dueño del chalé y amigo de la familia estaba en un bautizo. Además, el hermano del denunciante, que vive en otra casa colindante, tampoco estaba.
Además de negar su participación en los hechos, madre e hijo han rechazado que se fueran de vacaciones a Benalmádena a un hotel de cuatro estrellas durante cuatro días después del robo con el dinero allí sustraído, también la compra de una moto o la adquisición de un bar en Alcalá de Guadaíra por diez mil euros, que alegan haber pagado con la herencia del marido, ya difunto, y los ahorros del niño. Por todos estos detalles ha preguntado la fiscal.
La nuera y un testigo protegido
Daniela y Jairo han apuntado la venganza de la exnuera al acusarlos. La exnovia del acusado relató a la Policía Nacional en mayo de 2014, cuatro meses después de dejar al investigado y cuando ya «no estaba enamorado de él», todo lo que supuestamente su novio le había contado del robo, el dinero, dónde tiró la ropa que usó ese día y todo lo que habían comprado con la cantidad importante de euros robadas.
Tanto la madre como su hijo han apuntado que la relación de noviazgo y con la familia de ellos por parte de su exnuera era «malísima» y cuando rompieron «fue a peor», con «un calvario de amenazas».
Además, según ha insistido el letrado defensor, ella, una vez tuvo conocimiento de que el acusado tenía una nueva pareja e iba a ser padre, le mandó un mensaje de WhatsApp a Jairo días antes de declarar con el móvil de la hermana en el que le decía que no vería la cara de su niña porque antes iba a ir a la cárcel y que iba a firmar un testimonio en contra suya. Ella hoy ha negado que sea suyo el mensaje.
Iban con pasamontañas
La testigo, con problemas de memoria para recordar lo ocurrido hace más de siete años, se ha ceñido a lo que declaró ante la Policía Nacional en mayo de 2014 cuando ella ya vivía en Santander .
En este sentido, el instructor de las actuaciones ha asegurado que le dan mucha credibilidad y veracidad a lo trasladado por esta testigo porque corroboró todos los indicios que ellos ya tenían. El juicio continúa este viernes y declarará un testigo protegido que afirma haber reconocido a los acusados como los ocupantes del coche que huyo del chalé tras el robo.
Este miércoles también ha testificado el hombre que aquella noche hacía labores de guarda en el chalé. Según la Fiscalía, los dos acusados lo atacaron, haciéndole caer al suelo y « con una navaja de regulares dimensiones le conminaron para que se introdujera en el maletero de su propio vehículo», donde comenzó a gritar y golpear la chapa porque se ahogaba.
Entonces, lo sacaron de allí y lo metieron en una habitación de la casa. El testigo lo ha confirmado todo este jueves, si bien no ha podido reconocer a los acusados porque iban con pasamontañas y nunca llegó a ver a ninguno de los tres participantes del robo.
Tras huir en el coche del dueño del chalé, se dirigieron hasta un camino de tierra sito en la Urbanización 'El gordillo', lugar donde con medios adecuados prendieron fuego al turismo que quedó completamente calcinado.
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