Coronavirus Sevilla
Lecciones de la medicina tras la pandemia del coronavirus: «Hay que prepararnos para la siguiente»
Jesús Rodríguez Baño, jefe de Enfermedades Infecciosas del Macarena, reflexiona sobre los cambios que el Covid-19 va a traer al ámbito médico
La medicina debe extrar sus propias lecciones para el futuro tras la pandemia del coronavirus, o al menos eso concluye el doctor Jesús Rodríguez Baño, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen Macarena, quien destacada tres: la medicina del siglo XXI tiene que ser multidisciplinar; hay que generar conocimiento útil en tiempo real para el abordaje de situaciones que no permiten esperar a los resultados de sesudos estudios clínicos; y la tercera es que hay que prepararnos para la siguiente (pandemia) , que «podrá ser el año que viene o dentro de 100 años… el lobo, antes o después, viene».
Así lo recoge Rodríguez Baño en un artículo titulado «Reflexiones desde la trinchera: ciencia y urgencia contra el coronavirus» y publicado en la web de la Escuela Andaluza de Salud Pública , donde aborda la transformación de la medicina tras el Covid-19, pues este ámbito de la sociedad no va a quedar ajeno a los cambios que se avecinan.
«Este endiablado virus ha puesto en jaque muchos conceptos que teníamos», admite el doctor, quien compara la lucha que han tenido que librar los sanitarios al Covid-19 con la que hubo que dar contra el sida en los primeros años de ésta.
«Algo de esto ya lo vivimos en los primeros años del sida , pero ahora a un ritmo endiabladamente acelerado: no ocurría en meses, sino en horas », confiesa el doctor en el artículo, donde, no obstante, precisa que en la batalla contra el Covid-19 «la sensación más intensa ha sido la de tener que tomar muchas (pero muchas) decisiones trascendentales con un altísimo grado de incertidumbre , con sensación de ir sin red».
El doctor en Medicina por la Universidad de Sevilla , especialista en Medicina Interna y experto universitario en Epidemiologia e Investigación Clínica por la Universidad de Granada , en dicha reflexión, hace un recorrido por los distintos desafíos en forma de pandemia a los que ha tenido que hacer frente como médico.
«Cuando empezó el sida aprendimos, a fuerza de enfrentarnos a situaciones muy difíciles, a sospechar y tratar infecciones oportunistas de las que apenas habíamos oído hablar, para las que nadie tenía experiencia, y para las que las decisiones no podían basarse en una evidencia escasa o inexistente, pero conseguíamos ganar muchas batallas, aunque siempre perdíamos la guerra, hasta que llegaron los fármacos antirretrovirales ».
Decisiones a contrarreloj
La encefalopatía espongiforme bovina en 2000, conocida como la enfermedad de las vacas locas ; el síndrome agudo respiratorio severo ( SARS ) en 2003; la gripe pandémica o gripe A en 2009; o la epidemia de Ébola de 2014 son algunas de las alertas contra las que ha tenido que enfrentarse, además de a brotes más o menos locales o extensos como la Legionella o la Listeria .
Las grandes epidemias de peste en la Edad Media, la mal llamada gripe española de 1918 , ¿cuándo sería la siguiente gran pandemia? Reconoce que, en el fondo, pensaba que todos los avances existentes «nos permitirían controlar la situación».
Quizás por eso admite que tardó en ser consciente de que el coronavirus que había causado un gran brote en China, pero que parecía haberse transmitido sólo a países limítrofes y de forma limitada, «podía ser el causante de la gran pandemia». La llamada de un amigo médico italiano, contándole que habían ingresado dos pacientes en la UCI, los primeros casos en ese país, le abrió los ojos. « Lo que ha venido pasando desde entonces no se nos olvidará nunca ».
Muchas decisiones trascendentales y a contrarreloj : sobre la organización del hospital, las medidas de protección para los sanitarios y para las familias de los pacientes, cómo establecer las sospechas diagnósticas o los tratamientos. Muchas de éstas había que cambiarlas a los pocos días porque la realidad lo superaba todo.
Lecciones para el futuro
«Nunca he leído tantos artículos en tan poco tiempo, la mayoría deficientemente escritos o con graves deficiencias metodológicas, incluso en revistas de gran renombre… buscando respuestas a las preguntas, y la mayoría de las veces para nada», subraya en su artículo Rodríguez Baño, quien ha participado teleconferencias con médicos de otros hospitales para aprender.
En el artículo, el doctor se abre y confiesa la amalgama de sentimientos que ha ido notando: c ansancio, rabia, responsabilidad y dudas , que «no podían expresar» porque ellos son «los expertos». Pero también recuerda a los compañeros que enfermaban o a los pacientes que veía agravarse y morir. Tras horas y horas de trabajo, llegaban «muchas lágrimas» cuando oían los aplausos de las ocho.
A falta de datos que lo demuestren, Rodríguez Baño, presidente de la Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas , asegura que han aprendido a tratar «mucho mejor» a los pacientes, «gracias no a los resultados de ensayos aleatorizados maravillosamente diseñados y realizados, sino a la experiencia adquirida usando las hipótesis basadas en datos sobre la patogenia de la infección y sus complicaciones: lo que cualquier defensor de la medicina basada en la evidencia diría que es un regreso a las cavernas de la medicina precientífica».
« La realidad y la necesidad han exigido la toma de decisiones en el alambre de la incertidumbre y la falta de evidencias », señala en la carta, al tiempo que advierte que aún queda mucho que pelear en esta pandemia.
Noticias relacionadas