Sucesos
Localizan en una casa okupa del barrio sevillano de La Oliva a un fugado de la justicia italiana
Se trata de un senegalés, acusado de haber pilotado una embarcación desde Libia en la que murieron al menos ocho inmigrantes
La Policía Nacional ha localizado en una vivienda okupa de La Oliva a un joven senagalés que estaba siendo buscado por la Justicia italiana . Es uno de los miles de inmigrantes que han entrado en Europa de manera irregular desde África por la costa de Italia , pero en su caso se le acusa de haber pilotado la neumática en la que llegó y en la que perdieron la vida al menos ocho personas, según detalla la Policía Nacional.
H.T., de 27 años, fue detenido la semana pasada después de que los agentes accedieran al inmueble donde residía en la avenida de Nuestra Señora de la Oliva para cumplir una orden de desahucio. Agentes del grupo de Motos de la Unidad de Prevención y Reacción de Sevilla se encargaron de identificar a todos los ocupantes del piso y al verificar los datos de H. T. comprobaron que tenía en vigor una orden europea de detención firmada por las autoridades italianas por la presunta comisión de al menos ocho homicidios y favorecimiento de inmigración irregular .
El joven fue conducido a dependencias policiales. A través de videoconferencia compareció ante el juzgado central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional , que decretó su inmediato ingreso en prisión. En estos momentos se encuentra en un centro penitenciario de Sevilla a la espera de que sea extraditado a Italia.
El patero es como se llama a la persona que dirige la embarcación cargada de inmigrantes y que a la postre es quien paga las consecuencias de lo que ocurre en la nave durante la travesía. En caso de ser interceptados, es la persona sobre la que se dirige la acusación de haber promovido una introducción irregular de sin papeles. Por eso, los pateros tratan de camuflarse entre el resto de la tripulación cuando tocan tierra o son auxiliados; si bien, en no pocas ocasiones son delatados por el resto de tripulantes cuando la Policía los interroga para saber quién estaba al mando de la nave.
Las mafias que se lucran con el negocio de la inmigración han pagado a personas de confianza para que se encargaran de esta labor. En otras ocasiones, simplemente facilitan a uno de los inmigrantes el sitio gratis en la barcanza a cambio de manejar la nave.
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