La llegada masiva de hinchas para la final de la Europa League desborda Sevilla

Javier Macías

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18/05/2022
Actualizado 19/05/2022 a las 08:43h.

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La final de la UEFA Europa League ha puesto a Sevilla en el mapa mundial durante toda la semana y ha generado un enorme impacto económico por la llegada masiva de hinchas del Glasgow Rangers y del Eintrach de Frankfurt. Sin embargo, en paralelo a todos los beneficios que sin lugar a dudas ha tenido la celebración de este evento, también se ha abierto una polémica acerca de las escenas incívicas que algunos aficionados de ambos equipos han protagonizado estos días y la mala imagen que ello acarrea sobre la propia ciudad. ABC ha puesto en una balanza los pros y los contras que tiene el hecho de que la capital hispalense acoja acontecimientos de este nivel, según los propios sectores profesionales, los representantes políticos municipales y hasta asociaciones en defensa del patrimonio.

En líneas generales, todos celebran la repercusión que ha tenido este partido así como las últimas finales de la Copa del Rey o la Eurocopa. Prueba de ello es que el primer ministro británico, Boris Johnson , se refirió ayer al partido y a Sevilla durante su intervención en el Parlamento, o los vídeos sobre la ciudad que han publicado el Rangers y el Eintrach en sus redes sociales, así como la cantidad de prensa internacional desplazada a la capital andaluza.

No obstante, este beneficio económico y publicitario tiene sus matices. El presidente de los hoteleros, Manuel Cornax , señaló que «en conjunto es fenomenal para Sevilla» pero apela a una reflexión sobre «el efecto llamada» que el propio evento tiene para aquellos que han venido sin entrada para estar de fiesta. «El evento sí es una maravilla, porque ha llenado al 100% los hoteles, pero si se desmadra ya no lo es. Una ciudad como Sevilla no tiene capacidad para acoger a 150.000 visitantes, sino a 40.000, y eso es un tema de estudio». Cornax añadió que el problema es el volumen de personas sin entrada que han llegado y que se han tenido que distribuir por toda Andalucía occidental y hasta en el Algarve: «¿Qué se hace con 100.000 personas que no van al estadio?».

Por su parte, para los hosteleros Sevilla se ha convertido en la «capital mundial del fútbol», algo de lo que ayer mismo habló el presidente de la Liga, Javier Tebas, que comparó una ciudad del tamaño de Sevilla con Mánchester, las dos grandes ciudades futboleras de Europa. El presidente de la patronal de hostelería, Antonio Luque , se congratuló de que «el partido posiciona a la ciudad en el escaparate al que mirará el mundo entero» así como el consumo que se ha hecho en los bares de la ciudad después de dos años de pandemia, lo que supone «un soplo de aire» para los empresarios. Luque considera que Sevilla ha dado muestra «histórica» de que puede acoger eventos con repercusión mundial y que la hostelería sevillana también ha demostrado su «sentido de la responsabilidad acatando de manera unánime la normativa de la retirada de veladores en las zonas de mayor afluencia».

Pese a ello, la polémica que se ha suscitado en redes sociales ha sido por las imágenes en las que algunos aficionados escoceses y alemanes han aparecido en fotos haciendo botellón en la puerta del Ayuntamiento, lanzándose de cabeza al canal de la Plaza de España o bañándose en las fuentes del Prado de San Sebastián, además de los altercados entre ambas aficiones. La asociación en defensa del patrimonio ( Adepa ), en un tuit, fue irónica al referirse al alcalde: «Gracias, Antonio Muñoz, por traer turismo de calidad a Sevilla, congresos de cirugía, entregas de premios científicos y grandes obras de teatro. Nuestra casi centenaria Plaza de España y sus achaques debidos a la edad y al nulo cuidado de los gobierno municipales está en la UVI». Como Adepa, han sido numerosos sevillanos los que han denunciado la falta de presencia o de actuación policial para proteger los monumentos.

La asociación cuestiona el beneficio que ha tenido para la ciudad: «Sólo beneficia a hoteles y a los bares, la publicidad positiva no es gente desnuda gritando, bebiendo a mansalva y peleándose. Si éste es el turismo de calidad que promueve Sevilla, apaga y vámonos, genera más turismofobia y que uno de los centros históricos más bellos del mundo se prostituya».

A este respecto, fuentes del propio Ayuntamiento explicaron a ABC que el dispositivo de seguridad se montó a partir del jueves de Feria, cuando se supieron los equipos que acudirían y el tipo de afición que tienen, que son masivas. Así, destacan que han aprendido de algunos déficits que hubo en la pasada final de Copa, como la ‘fanzone’ en la Alameda o la falta de urinarios y de vallas en algunos monumentos. Para solucionarlo, eligieron el Prado para los hinchas alemanes, que son menos y estaban en un lugar próximo al estadio; y, para los escoceses, el problema era qué hacer con la enorme cantidad que llegaron sin entradas. Querían la Alameda y no la Cartuja , y para ello decidieron abrir este recinto e instalar una pantalla. Asimismo, respecto a los urinarios , estas fuentes defienden que había que colocarlos en los sitios de máxima concentración y que dudaron si colocarlos en calles adyacentes y ocultos, pero comprendieron que sería contraproducente para su uso y que, además, apenas estarían colocados 24 horas.

Para el Ayuntamiento, estas situaciones «anecdóticas e inevitables» son «pequeños peajes» por los que hay que pasar para situar la ciudad en lo más alto de la clasificación mundial del fútbol, acogiendo finales nacionales, europeas, Eurocopa, partidos internacionales e incluso se plantea Sevilla como sede del Mundial al que aspiran España y Portugal en 2030 . «No ha habido un partido de fútbol en la historia de Andalucía que haya tenido el despliegue de seguridad que el de este miércoles», indicaron.

Por su parte, para el candidato del PP a la Alcaldía, José Luis Sanz , «Sevilla no puede renunciar a ser sede de estos grandes eventos pero el gobierno municipal debe organizarlos con previsión de los servicios municipales y, por supuesto, con un dispositivo de seguridad que proteja adecuadamente nuestro patrimonio». Esto mismo lo criticó el portavoz de Cs en el Ayuntamiento, Álvaro Pimentel, que criticó la «pasividad» de Muñoz y la «ausencia de medidas de control».

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