Liberadas en Sevilla tras ser obligadas a prostituirse con ritos «yuyu vudú»
Varias mujeres nigerianas han sido puestas en libertad por la Policía Nacional en la capital andaluza y en Barcelona
![La denuncia de una de las chicas ayudó en la operación](https://s1.abcstatics.com/media/sevilla/2016/03/03/s/prostitucion-nigerianas-sevilla--620x349.jpg)
La Policía Nacional ha liberado a cinco mujeres nigerianas víctimas que eran prostituidas en Barcelona y Sevilla, a donde llegaron tras ser sometidas en su país a un ritual de ‘yuyu vudú’ con el fin de asustarlas y que pagaran el dinero que les exigían sus explotadores por haberlas traído a Europa.
Según informó la Policía, la operación ha permitido la desarticulación de todo el entramado de la red afincado en España y la detención de cuatro de sus cabecillas . Entre los arrestados en la provincia de Barcelona -dos en Sabadell, uno en Montcada i Reixac y el último en Martorell - se encuentra una de las máximas responsables de la red, que, además, ejercía como ‘mami’ de las víctimas, sobre las que ejercía un control absoluto.
La organización llevaba operando, al menos, desde 2004 y tenía conexiones en todos los países por los que transitaban sus víctimas desde que eran captadas en Nigeria hasta su destino final en España para ser explotadas.
Cruce de informaciones
El resultado de la operación es fruto de un cruce de informaciones procedentes de dos investigaciones distintas realizadas por la Policía Nacional tanto en Barcelona como en Sevilla. En el primer caso, agentes especializados en la lucha contra la trata de seres humanos detectaron en Barcelona a una joven de nacionalidad nigeriana a la que identificaron como víctima de dicho delito. Tras serle ofrecidas todas las medidas de protección previstas en la legislación, decidió acogerse a las mismas y denunciar su situación.
En su declaración, esta mujer aseguró haber sido captada en Nigeria en 2004 por una organización que la llevó hasta Italia por vía aérea, desde donde viajó a Barcelona en tren. En la capital catalana fue recogida por una compatriota suya y residente legal en España, que se había encargado de su explotación sexual desde entonces. Paralelamente, en Sevilla, otra joven nigeriana declaraba, tras acogerse también a las medidas de protección que se le ofrecieron, que había llegado a España con ayuda de la misma organización y que desde entonces había sido obligada a ejercer la prostitución en Barcelona bajo el control de la misma mujer que en el primer caso.
Los datos aportados por ambas mujeres en sus declaraciones coincidían en varios extremos, lo que llevó a los agentes a unificar las investigaciones, descubriendo una organización nigeriana dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, afincada en Barcelona y con conexiones en todos los países por los que desplazaban a las víctimas desde que eran captadas en Nigeria hasta que llegaban a su destino final en nuestro país, que llevaría operando al menos desde el año 2004.