La Ley Antibotellón, que lleva trece años vigente, no erradica el problema en Sevilla
Los vecinos siguen sufriendo en los barrios el vandalismo y ruido de la botellona
![Sobre estas líneas, imagen de una botellona en la zona de Viapol donde las concentraciones, como casi en el resto de la ciudad, comienzan los fines de semanas y vísperas](https://s1.abcstatics.com/media/sevilla/2020/01/12/s/botellona-sevilla-calle-k0QC--1248x698@abc.jpg)
Trece años después de su entrada en vigor en Andalucía la conocida como Ley Antibotellón (7/2006 de 24 de octubre) no ha conseguido erradicar el problema pese a su detallado régimen sancionador que se ha revelado de dudosa eficacia.
Eso es lo que opinan los vecinos insomnes de numerosos barrios de la ciudad que llevan lustros denunciando las molestias de la botellona y un experto en la materia y sufridor, como residente de la zona de la Alfalfa, el abogado Ignacio J.Pérez Franco , especializado desde hace más de quince años en la defensa de afectados por la contaminación acústica en Sevilla y en el resto de España.
Si bien es cierto que la botellona está decreciendo en el centro histórico no es menos verdad que sigue en otros sectores de la ciudad, acampando en espacios que les permiten con sus coches montar su propia «discoteca».
Como dice el letrado y se constata en la realidad, la limitación del acceso del trafico rodado a las calles del casco antiguo, la peatonalización de algunas de esas calles y una mayor vigilancia de las fuerzas del orden gracias, fundamentalmente, a una presión vecinal cada vez más organizada ha dejado atrás aquellos periodos de botellonas masivas en la plaza del Salvador, en la de La Alfalfa y calles aledañas (Pérez Galdós, Alfonso el Sabio, Plaza de Cristo de Burgos, Espronceda) o en la zona del Arenal, fundamentalmente en las calles Adriano y adyacentes.
![La Ley Antibotellón, que lleva trece años vigente, no erradica el problema en Sevilla](https://s3.abcstatics.com/media/sevilla/2020/01/12/s/grafico-botellon-sevilla-k30D--510x349@abc.jpg)
Pero sigue presente en Los Remedios, Heliópolis, la Macarena, la Alameda, la Cartuja, Los Bermejales, San Marcos, el Pumarejo, Jardines de Murillo y Viapol. En Los Remedios, en la denominada «Costa Feria» —espacios del real y adyacentes como Presidente Adolfo Suárez (junto al Mercantil y el Náutico), Flota de Indias y Alfredo Kraus. Antonio Bienvenida, Rafael el Gallo, Ignacio Sánchez Mejías,Manolo Vázquez, Espartero, Gitanillo de Triana y Antonio Bienvenida, terrenos frente a Lipasam y junto a la estación de metro — campa a sus anchas de día y de noche, los fines de semana y días laborables, protagonizada por jóvenes del barrio y de las afueras. José María Cañizares , presidente de la asociación de vecinos dice que el problema es que «molesta a los residentes y que la Policía Local no acude cuando la llaman».
Porque no solo hacen ruido con la música y los escándalos sino que dejan restos de basuras, orgánicos e inorgánicos , rompen espejos de coches, mobiliario urbano y se meten en parques y hasta en los zaguanes de los bloques en algunos de los cuales han tenido que poner vigilancia privada.
Ese es el denominador común de la botellona: las molestias al vecindario y el reguero de vandalismo y suciedad que dejan a su paso.
Un portavoz de Alfalfa Degradada concreta que en Pérez Galdós no hay botellona como tal, aunque algunos lleven sus bebidas, porque las sacan a la calle de los bares pero aclara que al ser vías estrechas el ruido y las molestias son insoportables.
También detalla Ángel Hueso , uno de los líderes vecinales de la Macarena cómo se pone la Alameda, la plaza de Santa Isabel, por San Marcos; el Pumarejo, la plaza del Pelicano y la calle Aceituno, en San Julián. Desde la asociación de vecinos y comerciantes Macarena, que preside Macarena Díez Gómez , apuntan a la calle José Díaz, a la plaza que hay cerca y al parque, entre Antonio Buero Vallejo y Doctor José Manuel Puelles de los Santos, y por las inmediaciones del río. Siguiendo su curso, hay zonas por Torneo, Camino de los Descubrimientos, y alrededores donde los vestigios de la botellona son patentes al día siguiente.
En el barrio de Santa Cruz María José del Rey Guanter , asegura que hay concentraciones en los Jardines de Murillo y en la plaza de Refinadores.
En Los Bermejales, Conchita Rivas , otra líder vecinal como la anterior, afirma que por el paseo de Europa no se puede ni pasar. También se queja el secretario de la asociación de vecinos Foro de Heliópolis, Paco Aguilar de la botellona que hay al lado del colegio Corpus Christi entre la Avenida de la Raza y la calle Perú. Comenta que «se ponen ahí casi todos los días aunque, generalmente, los fines de semana» y que ha mandado ya sus quejas al Ayuntamiento de Sevilla pero que no recibe contestación.
No debe confundirse el fenómeno del botellón con concentraciones similares de jóvenes en determinados espacios públicos para acceder o salir de locales de ocio, tales como salas de fiesta o discotecas. En algunas ocasiones, dichas concentraciones son tan numerosas que, además de los ruidos y molestias que producen, l legan a interrumpir el tráfico.
«Son los conocidos en la legislación administrativa como efectos indirectos o acumulativos de determinadas actividades recreativas o de ocio», dice Pérez Franco.
A los jóvenes pueden ponerle 300 euros de multa o sustituirla por trabajos para la comunidad
Por otra parte, un fenómeno cada vez más frecuente es el consumo en la calle de bebidas adquiridas en el interior de establecimientos de hostelería y fuera de la zona habilitada para ello. Esta práctica «se ha incrementado desde que entró en vigor la Ley Antitabaco , no siendo pocos los que salen a la calle a fumar mientras consumen bebidas adquiridas previamente en el interior de los bares».
«Una conducta que resulta paradójica, en tanto supone el respeto de una legislación —sigue— y la deliberada vulneración de otra, la medioambiental. Una vulneración que, además, tiene víctimas perfectamente individualizadas, cuales son los vecinos de dichas actividades que han de soportar, en ocasiones hasta altas horas de la madrugada, los ruidos y las molestias procedentes de quienes consumen bebidas en la puerta de algunos establecimientos de hostelería. Y no digamos cuando, como sucede en la Alfalfa por ejemplo, en una misma calle se concentran varios bares o pubs y los clientes de todos ellos, consumiendo en la calle, se confunden, multiplicándose los ruidos y las molestias».
Quitar el tráfico rodado del Centro ha dirigido a la botellona hacia zonas con accesos fáciles
Frente a este tipo de contaminación acústica se pueden articular por los afectados varios mecanismos de defensa con consecuencias diferentes.
En cuanto al botellón, la competencia para su control y, en su caso, para reprimir las conductas infractoras mediante la imposición de las correspondientes sanciones, corresponde a los Ayuntamientos, que «pueden imponer multas que pueden oscilar desde los 300 euros para las infracciones leves hasta los 60.000 euros que pueden imponerse por infracciones muy graves», pudiendo, además, instruirse sanciones accesorias como clausura de establecimientos o revocación o suspensiones de licencias.
«En el resto de los casos, cuando los ruidos y molestias proceden de determinadas actividades, los afectados pueden recurrir en defensa de sus derechos a la jurisdicción civil, bien a través del procedimiento especial de tutela de los derechos fundamentales consagrados en los artículos 15 (derecho a la integridad física) y. 18 (derecho a la intimidad personal o familiar) bien ejerciendo otro tipo de acciones. En ambos casos se puede reclamar también una indemnización por daños materiales (por ejemplo por depreciación del valor de las viviendas), por daños físicos, psíquicos o morales. También se puede ir a la jurisdicción contencioso-administrativa cuando la actividad que se ejerce no se ajusta a la licencia concedida, se realiza excediendo los límites de ésta o con vulneración de la legislación administrativa medioambiental siempre que el Ayuntamiento no haya desplegado una actuación eficaz en el control de la actividad o en la evitación de las molestias o haya actuado de manera tardía o extemporánea», termina el experto.
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