Tribunales
El jurado considera culpable al asesino del crimen machista de Los Pajaritos
El tribunal ve alevosía en la conducta del procesado y concluye que mató a Fátima porque no aceptaba que rompiera la relación
Enrique dio muerte a Fátima . Así lo considera probado el jurado que este viernes ha dado a conocer su veredicto en el caso del crimen machista de Los Pajaritos, ocurrido en octubre de 2018. La defensa no ha conseguido convencer a los nueve miembros del jurado de que el acusado fue atacado por la víctima y ésta se acuchilló hasta en dos ocasiones en el pecho por accidente. Una versión que la fiscal tachó en su informe final de inverosímil.
Fátima, de origen saharaui y con dos hijos menores a su cargo, tenía 35 años cuando fue asesinada por la que había sido su expareja, Enrique R. B., hasta marzo de 2018. El acusado la esperó a que regresara de dejar a su hija en el instituto y la atacó en un rellano del bloque de viviendas de la calle Carena donde ambos residían, ella en un piso de la tercera planta y él, en la segunda. Una amiga de la víctima declaró en el juicio que la fallecida había quedado ese mismo día en el que fue atacada mortalmente para ver un piso. Quería mudarse.
El jurado acepta punto por punto la tesis mantenida por la fiscal y entre las pruebas que han valorado para llegar a un veredicto unánime de culpabilidad están los informes forenses que descartaron que las lesiones que presentaba Fátima , causadas con un cuchillo de grandes dimensiones, pudiera habérselas ocasionado la víctima por accidente tal y como aseguró el acusado, quien describió los hechos como un forcejeo en el que él trataba de defenderse de ella. La forense aseguró en el juicio que el autor de las puñaladas debió de «embestir con mucho empuje». Una de ellas fue mortal y le «seccionó el corazón, la raíz de la aorta y parte del pulmón izquierdo» a la fallecida.
El tribunal no se cree la versión del acusado, quien aseguró que la víctima se apuñaló por accidente. Se apoya en los informes forenses que destacaron como las heridas se causaron con mucha fuerza
Enrique actuó con alevosía porque la víctima no tuvo oportunidad de defenderse. Fue atacada de manera sorpresiva en las escaleras cuando volvía a su casa para desayunar con su otro hijo antes de llevarlo al colegio. Una rutina que el procesado conocía. El asesino, según el veredicto del jurado, aprovechó la poca luz artificial que había en esa zona de la escaleras para no ser visto.
En el crimen concurren dos circunstancias agravantes : la relación de parentesco que existía entre agresor y víctima ya que mantuvieron una relación de pareja; y la condición de mujer de la fallecida. «Acabó con su vida porque no aceptaba que ella tuviera la libertad de romper cuando quisiera», ha leído la portavoz del jurado. El tribunal ha tenido en cuenta los mensajes y llamadas reiterados que le hacía el acusado a la víctima para retomar la relación y como ella acabó bloqueando su número para no recibir llamadas. Un detalle que el acusado trató de justificar con escaso éxito, asegurando que lo había hecho Fátima después de mantener una discusión.
El contenido del veredicto incluye buena parte de la argumentación que dio la fiscal en la última sesión de la vista oral, quien insistió repetidamente en la cuestión de género para enmarcar este caso dentro de la violencia machista. «La mató por ser mujer y quería seguir controlándola», dijo la fiscal como si respondiera a la defensa que usó la letrada de Enrique, quien en la primera sesión de la vista oral afirmó que su cliente era la verdadera víctima y que estaba en prisión preventiva por ser hombre.
Tras la lectura del veredicto, la Fiscalía ha elevado a definitiva su petición de 25 años de cárcel, «la máxima pena posible», a la que se ha sumado la acusación que ejerce la Junta. Por su parte, la defensa ha reclamado que se imponga la pena inferior dentro de la calificación de asesinato. El jurado ha rechazado también la posibilidad de que al acusado se le conceda el indulto parcial o total .
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