La Junta da vida a Espadas al final del mandato aprobándole todos sus proyectos

El cambio de opinión sobre el tranvía a Santa Justa se suma a otros muchos favores del gobierno de Susana Díaz al Ayuntamiento: el metro, la Gavidia...

La antigua comisaría de la Gavidia albergará un hotel J Flores

Alberto García Reyes

Durante todo este mandato, los partidos de la oposición en el Ayuntamiento han coincidido en acusar al alcalde, Juan Espadas , de ser un «delegado» de la Junta de Andalucía en Sevilla por plegarse constantemente a los intereses de Susana Díaz . Pero la relación ha sido recíproca. El informe de la Consejería de Medio Ambiente que aprobó el lunes el proyecto del tranvía a Santa Justa es un ejemplo claro. En un primer momento, la Junta frenó esta iniciativa alegando que afectaba negativamente al tráfico. Y sólo cinco meses después ha cambiado radicalmente de opinión dando el visto bueno a la idea con una sola exigencia: que se trasplanten los árboles que tengan que ser retirados en las avenidas por las que discurrirá el Metrocentro. Este pendulazo de la Administración autonómica beneficia al alcalde socialista , que podrá al menos licitar un proyecto de gran repercusión apenas unos meses antes de las elecciones. Pero no es el único caso en el que la Junta ha cambiado de opinión en favor de los intereses del gobierno socialista de Sevilla.

Desde que el PSOE logró la Alcaldía en la capital, el criterio de la Consejería de Medio Ambiente con respecto a la antigua comisaría de la Gavidia, por ejemplo, ha dado un giro radical . Siendo alcalde Juan Ignacio Zoido, el Ayuntamiento solicitó un cambio de calificación del inmueble para que pasara de Suelo de Interés Público y Social a Gran Superficie Comercial . La Comisión de Patrimonio de la Junta denegó el permiso entonces. Ahora, en cambio, la misma Comisión ha dado el visto bueno. El propio delegado provincial de Cultura, José Manuel Girela , explicó que la Junta recomienda el «uso terciario global para la Gavidia» porque admite usos de pequeños y medianos comercios, oficinas y servicios públicos. Justo lo contrario que la Junta pretextó con Zoido. «Ahora se plantea una reforma del edificio más respetuosa y adaptada a lo que dice el PGOU», mantiene Girela. Por lo tanto, las pretensiones de Espadas podrán llevarse a cabo en este edificio abandonado en pleno Centro de la ciudad.

Lo mismo ocurre con la fábrica de tabacos de Los Remedios. Zoido llegó a firmar un acuerdo con la propietaria, Altadis, para explotar esos terrenos ahora abandonados. Pero la Junta tumbó el convenio alegando que no se podían demoler los edificios industriales. Al llegar Espadas a la Alcaldía, frenó el acuerdo y comenzó una nueva negociación, que en su caso tiene una ventaja: su «plan especial» sí tiene luz verde desde San Telmo.

La tendencia se repite en casi todos los grandes proyectos de Sevilla. Al PP se le denegó el plan de tráfico para la Torre Sevilla y al PSOE se le ha aprobado. Antes no había ninguna posibildad de desbloquear el parque de la Dehesa de Tablada y a Espadas se le permitió crear una mesa de trabajo con la Junta para buscar una solución. La Ciudad de la Justicia no cabía en Los Gordales cuando gobernaba Zoido porque varias parcelas son del Estado y ahora, sin embargo, la Consejería de Justicia tiene en marcha una comisión para desbloquear esos terrenos...

Pero el caso más claro es el del metro. Juan Ignacio Zoido reclamó financiación para la construcción de nuevas líneas por activa y por pasiva sin que la Junta diera jamás su brazo a torcer instando siempre al alcalde a pedir el dinero al Gobierno de Rajoy. En cambio, con Juan Espadas las cosas han sido mucho más sencillas. A principios de 2018, el consejero de Fomento, Felipe López , propuso al alcalde socialista un plan para financiar y construir el tramo de la línea tres comprendido entre el Prado de San Sebastián y Pino Montano. Es decir, la mitad de esa línea que, en el proyecto inicial unía Pino Montano con Los Bermejales . La iniciativa se presentó al ministro de Fomento entonces, el popular Íñigo de la Serna, que aceptó comenzar los trámites porque por primera vez la Junta estaba dispuesta a pagar su tercio correspondiente . Por lo tanto, el gobierno andaluz no sólo ha impulsado la gran infraestructura pendiente de Sevilla, sino que incluso ha modificado el proyecto originario para poder acometer cuanto antes un nuevo trazado, que requiero una inversión de algo más de 700 millones.

Todo esto se traduce en que Juan Espadas llegará a los últimos meses del mandato, en plena campaña electoral, con todos los grandes proyectos de la ciudad vivos, por lo que podrá al menos licitar varios de ellos o, como mínimo, dar a conocer sus intenciones de futuro con el aval de la Junta de Andalucía. Zoido tuvo una mayoría absoluta aplastante a la que hizo oposición Susana Díaz. Espadas, en cambio, obtuvo una minoría histórica que ha logrado salvar gracias a una coalición de gobierno con la Junta.

Altadis, de la nada al todo

La Junta bloqueó el convenio de Altadis que firmó Zoido alegando que no se podían demoler las naves industriales de la fábrica de tabacos. Espadas, en cambio, cuenta con todos los parabienes.

El metro: media línea con la ayuda de Fomento

Durante el gobierno del PP en Sevilla, la Junta se negó rotundamente a hablar del futuro del metro. Al llegar Espadas, el consejero de Fomento propuso ejecutar la mitad de la línea tres.

La Gavidia: pendulazo de Patrimonio

Zoido quiso cambiar la calificación de la antigua comisaría a Gran Superficie Comercial y la Comisión de Patrimonio se lo denegó. Al PSOE, sin embargo, le ha aprobado todo su proyecto.

Tablada: lo imposible es ahora viable

El conflicto de la dehesa de Tablada ha estado bloqueado durante años. Ahora, en cambio, la Junta ha aceptado participar en una comisión de trabajo con el Ayuntamiento para buscar soluciones.

Año Murillo: de la «falta de rigor» a la «eclosión»

Los cambios de opinión de la Junta de Andalucía con respecto a los dos últimos alcaldes de la ciudad han sido flagrantes. Uno de los ejemplos más ilustrativos es el del «Año Murillo», un proyecto que impulsó Juan Ignacio Zoido para conmemorar el cuarto centenario del nacimiento del pintor sevillano al que la Junta puso reparos desde el primer momento. De hecho, el consejero de Cultura entonces, Luciano Alonso, llegó a mandar una carta al alcalde del PP reprochándole que su propuesta tenía una gran «falta de rigor». Pero todo cambió con la llegada de Espadas al sillón de mando de la Plaza Nueva. Cultura se sumó a la iniciativa con distintas aportaciones y el actual consejero del ramo, Miguel Ángel Vázquez, opina que gracias al PSOE se ha producido una gran «eclosión cultural» en Sevilla.

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