El juez valida el congreso del PP pero permite votar a los morosos que piden la suspensión
Los candidatos rompen las negociaciones entabladas entre Génova y el regional. Juan Ávila, que ha pedido perdón por sus insultos, avisa de que si no se permite votar a todos el lunes habrá una avalancha de denuncias
El PP de Sevilla hará la guerra por su cuenta. Las negociaciones iniciadas entre Génova y el aparato regional el pasado miércoles, tras la visita de Elías Bendodo a Teodoro García Egea en Madrid, que como avanzó este periódico evitó la celebración del comité de garantías en el que se iba a impugnar el Congreso provincial , se han roto este viernes por la deriva irreconciliable de las dos candidaturas, que decidieron hacer caso omiso al diálogo entre sus superiores. El pacto que Bendodo y García Egea bosquejaron era el siguiente: una lista única con Virginia Pérez de presidenta en la que se integrase Juan Ávila. Es decir, lo mismo que se planteó hace diez días. Pero ambos bandos habían llegado ya a un nivel de beligerancia que hizo imposible el cumplimiento. Virginia Pérez llamó a Juan Ávila el pasado domingo para iniciar conversaciones , pero el acercamiento se truncó porque ella le expuso que le quintuplica los avales y que sólo lo integraría en esas condiciones. Por su parte, Elías Bendodo ordenó a Juan Ávila que se plegara a las condiciones acordadas con Génova y éste aceptó, pero para explicar la situación a los miembros de su candidatura les envió un mensaje de voz por Whatsapp que lo dinamitaba todo de nuevo: «Un mal acuerdo es mejor que un buen pleito y abandonar en estos momentos el partido, bajarnos del carro y dejarlo en manos de estos sinvergüenzas , sería una tragedia porque haría un daño irreparable». La corriente de Pérez vio en este mensaje un argumento perfecto para disolver la idea de la candidatura única.
No obstante, la situación cambiaba de color por minutos. Para el aparato regional era clave vender un acuerdo para evitar los titulares que pondrían a Juanma Moreno como perdedor en el pulso con Génova. Y en Madrid estaban dispuestos a aceptar esta concordia siempre que su candidata liderase el proyecto y se escenificase que la dirección nacional del partido había resultado vencedora. Y todo se ha roto a media tarde por mor de un auto emitido por la juez de Primera Instancia número 11, Lourdes Acosta , en el que resolvía la petición de un militante de que se decretase la suspensión cautelar del Congreso por presunto fraude.
Este afiliado había denunciado que acudió al banco a ponerse al día en el pago de las cuotas para poder votar en el Congreso y no pudo hacerlo porque el partido había dado orden de bloquear los ingresos. La candidatura de Juan Ávila considera que esto es «un pucherazo» porque la presidenta cerró el censo sin permitir la incorporación de muchos militantes que iban a votarle a él. Por su parte, desde el lado de Pérez aseguran que se estaban haciendo ingresos masivos por parte de terceras personas y los servicios jurídicos de Génova dieron esa orden.
La juez ha resuelto de forma salomónica y deniega la medida cautelar, por lo que el Congreso se tendrá que celebrar , pero autoriza al demandante a votar alegando que «es reiterada la jurisprudencia» que dice que «el mero hecho de impago de las cuotas no puede privar al asociado o militante, mientras tenga dicha condición, de su derecho al voto». El problema es que esta resolución sólo ha servido para abrir más aún la brecha entre ambas partes. Para Juan Ávila queda acreditado que sus afines pueden votar. Para Virginia Pérez, se demuestra que no se han infringido ninguna norma y que el Congreso no se puede suspender.
En este contexto, y con todos los puentes rotos, Ávila ha convocado una rueda de prensa urgente en la que, después de pedir disculpas por los insultos de su mensaje de voz a los miembros de la otra candidatura, que encuadra en un «clima de estrés», ha anunciado que a tenor de los autos judiciales que permiten votar sin estar al corriente de las cuotas muchos militantes irán a los tribunales el lunes si este sábado no se les permite ejercer su derecho a voto en la elección de los compromisarios. El candidato impulsado por Juanma Moreno también aclara que sigue « abierto a ese acuerdo que han acordado conjuntamente Génova con el PP regional en el que yo, de forma humilde, he aceptado dar un paso atrás siendo secretario general». «Había un acuerdo entre Génova y el aparato regional que está por encima de los propios candidatos, no entiendo cómo Virginia Pérez puede permitirse romperlo». Tanto en el provincial como en Madrid niegan ese acuerdo.
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