El juez llevará al violador al parque de María Luisa para reconstruir el crimen

Juan Gutiérrez Casillas, titular del Juzgado de Instrucción 16 de Sevilla, aguarda a que la Policía Nacional ponga este viernes a su disposición a F.M.S., el detenido desde el martes por la noche por la violación y muerte hace dos semanas de una joven suicida en el parque de María Luisa , para acudir a este recinto a realizar una reconstrucción de los hechos .

El informe forense es contundente: S.D.M. no falleció por la ingesta masiva de Lorazepam , sino por las heridas ocasionadas presuntamente por F.M.S. en su sádica agresión sexual , para la que podría haber utilizado algún objeto contundente según fuentes cercanas a la investigación. Los fármacos, concluye la autopsia, no habrían sido suficientes para matar a la chica.

Las muestras de ADN recogidas en el parque y en la víctima y las pruebas acumuladas por el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional permitirían asegurar que el detenido (con antecedentes penales por maltrato doméstico) abusó sexualmente de la mujer .

La portavoz de la Policía Nacional, Celia Muñoz, ha explicado que las muestras genéticas tomadas en el lugar del suceso han ayudado a cerrar las líneas de investigación abiertas por diferentes servicios policiales hasta esclarecer la presunta autoría de este homicidio y asalto sexual.

El arrestado aprovechó el estado de semiinconsciencia y aletargamiento en el que, según la portavoz policial, se encontraba la chica tras haber ingerido medicamentos para intentar suicidarse para abusar sexualmente de ella , causándole graves lesiones que le ocasionaron una gran pérdida de sangre y su posterior muerte.

El cuerpo sin vida de la joven de 31 años fue hallado el 24 de febrero por un viandante que paseaba por el parque pasadas las 10 de la mañana. Avisó a un jardinero que fue quien anunció a la Policía Nacional el macabro hallazgo del cadáver.

Según los investigadores, el agresor no tendría ningún vínculo con la víctima , sino que la encontró de manera fortuita y aprovechó su aletargamiento para cometer los delitos, algo que hacía más complicada la labor de su localización.