El joven sevillano que robó una bici se resigna camino de la cárcel: «Los políticos van a lo suyo»
Adrián Moreno ingresa esta miércoles en un centro de inserción social a la espera de la resolución de su indulto
Adrián Moreno , el joven sevillano de 26 años que a los 18 fuera sorprendido junto un amigo conduciendo una bicicleta de Sevici robada, tiene que entrar este miércoles a cumplir la condena de seis meses de prisión para la que lleva solicitando un indulto desde abril pendiente aún de que el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá (o quién sabe si su sucesor), lo lleve algún viernes al Consejo de Ministros. Si Adrián no lo hiciera por su propio pie, se arriesgaría a que el Juzgado de lo Penal 13 ordenase mañana mismo su detención e ingreso en la cárcel.
No parece que vaya a ser el caso. El condenado atendía a ABC cuando terminaba de preparar el «petate» con lo esencial —«cuatro o cinco camisetas y dos o tres pantalones»— y la documentación acreditativa de que el lunes tendría que entrar a trabajar ocho horas (lleva unos días de vacaciones). Su idea es cumplir la condena en el Centro de Inserción Social (CIS) Luis Jiménez de Asúa, donde tiene previsto ingresar sobre las 9 horas. «Son sólo seis meses, así que espero que al menos me dejen cumplirlos en ese ámbito », confía.
Adrián Moreno ha querido pasar sus últimas horas en libertad tranquilizando a su mujer y su madre . «Están bien, preocupadas con lo que me pueda pasar dentro, pero ya concienciadas de que no hay solución, porque se está viendo cómo los políticos están sólo para sus intereses y sus bolsillos », denuncia el joven, confiado en que durante su reclusión lo dejen «estudiar algún módulo o estar en las cocinas».
«Es que no tengo nada que ver con los niños que puedan estar ingresados en el CIS, así que prefiero quedarme aislado antes de meterme en cualquier lío ». Hablando de niños: lo más complicado va a ser despedirse de sus dos hijos. «La pequeña no tiene edad para darse cuenta de nada, pero al grande le diremos que me voy a trabajar. Mañana tiene que ir a la guardería y al logopeda, así que no pasará el maltrago ». A Adrián sólo se le escucha ya un lamento: «Esto [condena y prisión] se tenía que haber hecho en su día ».
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