Un joven denuncia a dos policías por detención ilegal y pegarle a la salida de una discoteca en Sevilla

Según la Policía Nacional, lo arrestó por presuntamente insultar, golpear a un agente y negarse a entregar su documentación

Fotograma del vídeo en el que se aprecia la agresión al joven ABC / Vídeo: La defensa del joven ha aportado vídeos que contradicen la versión policial ABC

Jesús Díaz

Lo que pasó la madrugada del pasado 13 de febrero a la salida de una discoteca en la calle Economía de la capital hispalense va a traer cola. Un joven fue detenido por la Policía Nacional presuntamente por insultar a un agente, darle un codazo o negarse a entregar su documentación para ser identificado. Por su parte, Pablo, de 24 años, ha denunciado a dos agentes por detención ilegal, agresión, denuncia falsa y coacciones.

Según el atestado de la Policía Nacional, sobre las seis de la mañana, el joven se acercó a los agentes pidiendo una ambulancia para un amigo ebrio . Además, según los agentes, el después detenido dijo haber tenido una pelea en el interior de la discoteca en la que «varios individuos le han propinado varias bofetadas».

Pablo, como prosigue el atestado, comenzó a insultar a los agentes al observar que éstos no requirieron servicios médicos para su amigo ebrio. Ante estas expresiones, se le requirió la documentación y el joven se negó, «arrojando la bebida» a uno de los policías . El otro funcionario policial lo apartó para poder identificarlo.

El atestado señala que el joven le dio un «codazo» al agente, mostrando después « una actitud más agresiva, soltando manotazos y patadas, cayendo al suelo junto al agente«. Ésta es la versión policial de los hechos, que dista mucho de lo narrado y denunciado por Pablo.

Los vídeos de las escenas

Su abogada, María Jesús Agudo, ha presentado una denunciado en los juzgados de la capital. En la misma se recoge un relato de lo vivido la madrugada del domingo 13 de este mes. Para esta parte, si se tienen por válido los insultos a los agentes, la negativa a identificarse y haber arrojado la bebida, « no existiría un atentado, o resistencia, sino una simple infracción administrativa (desobediencia leve)«.

De otro lado, cuando apartan a Pablo y se produce otro atentado contra la autoridad por acometimiento a los agentes, l a abogada ha aportado varios vídeos como el que se recoge en esta información que acredita «sin género de dudas» que no hubo ni atentado, ni resistencia, sino una presunta agresión policial al joven", por lo que hubo detención ilegal.

«Si la Policía reflejó el atentado contra la autoridad fue exclusivamente con la finalidad de justificar la agresión de la que fue víctima Pablo», según la letrada, así como para justificar la detención ilegal , que fue por el supuesto atentado. Con el atestado ya en los juzgados, la Fiscalía califica los hechos como un delito de resistencia, no de atentado. El juicio rápido será el próximo mes de mayo.

La denuncia presentada contra los agentes en los juzgados se acompaña de varios vídeos grabados por amigos y testigos de lo que ocurrió a la salida de la discoteca y que esta parte considera esclarecedores y claves para demostrar que los hechos no sucedieron como se describe en el atestado por los agentes, «habiendo faltado a la verdad» y habiendo procedido a la detención de Pablo sin indicios de acometimiento contra los agentes.

Lo que se dio «fue una detención que no debió tener lugar y una agresión por parte del policía nacional, observada de forma pasiva por otro agente «.

Sólo reclamaba asistencia sanitaria

Los hechos, según Pablo, comienzan cuando estaba fuera de la discoteca junto con otro joven y testigo de lo que aconteció, intentando auxiliar a un tercer joven que estaba en un estado de «semiinconsciencia» .

Al ver varias patrullas de la Policía allí «se tranquilizaron porque era evidente que el chico necesitaba asistencia sanitaria». Solicitaron ayuda a los agentes. « En ningún momento indicó Pablo a los policía que hubiera sufrido una agresión en el interior«.

Según la denuncia de la abogada, la respuesta de los policías nacionales, «lejos de ser de colaboración, sorprendió a Pablo y al amigo, ya que no les hicieron ningún caso, simplemente les dijeron que dejasen al chico en el suelo «.

«A la vista de la pasividad de la Policía, Pablo preguntó a los agentes por qué no llamaban a los servicios de urgencias, que allí no hacían nada». Ante este comentario, según prosigue la denuncia, «uno de los policías pega a Pablo con la porra en la mano izquierda (en la que presenta un hematoma) produciendo que a éste se le cayese la copa que tenía en la mano (no la arrojó él)«.

Acto seguido, uno de los dos agentes denunciados «propina a Pablo dos puñetazos y le pega un empujón haciendo que caiga al suelo». Viendo la situación, los testigos comienzan a grabar con los móviles, algunos acompañan la denuncia. En uno se ve «claramente como Pablo está sentado en el suelo, sin hacer absolutamente nada, y el policía lo levanta y le da empujones hasta colocarlo detrás del vehículo policial en el que continúa la agresión«.

«Es acreditativo de lo que realmente sucede una vez se le solicita la documentación a Pablo y, por tanto, de lo incierto del contenido del atestado», añade la abogada el joven, que « en ningún caso profirió insultos contra ninguno de ellos , ni arrojó la bebida y mucho menos dio un golpe en las costillas al policía«.

El agente, al ver que había varias personas grabando la escena, «agarró a Pablo, lo levantó del suelo y a empujones lo desplazó hasta detrás del vehículo policial«. En los vídeos se refleja que »no hay ni un solo momento en que Pablo oponga resistencia«.

El joven, «lejos de resistirse, sólo acertaba a decir que no podía respirar e indicar que el DNI estaba en su bolsillo derecho

«Lo único que habría hecho Pablo que no se ve en los vídeos al no estar grabado sería insultar a los agentes, ya que todo lo demás está grabado, y el acometimiento en el que se basa el atentado no existe», insiste la abogada. Por tanto, « no existiendo resistencia en ningún momento , mucho menos atentado, como se pretende, la detención llevada a cabo no estaría amparada por la norma, pudiendo ser constitutiva de un supuesto de detención ilegal«.

Una vez que el agente se llevó a Pablo detrás del coche policial, como se puede ver en el vídeo que acompaña esta información de ABC de Sevilla, « le propinó un golpe contra el propio vehículo, lo lanzó directamente al suelo, y le propinó un puñetazo , llegando incluso a golpearle la cabeza contra el vehículo policial, todo ello mientras con la capucha de la sudadera que llevaba Pablo le tapaba la cabeza impidiéndole respirar«.

El joven, «lejos de resistirse», solo acertaba a pedir que no podía respirar, indicándole que el DNI estaba en su bolsillo derecho . Ahí lo engrilletó para detenerlo.

Mientras esto sucedía, el otro policía intentaba que los jóvenes allí presentes no grabasen lo que estaba sucediendo. Existen hasta tres grabaciones desde dos ángulos distintos , a pesar de que los agentes intentaron evitarlo.

«Los vídeos presentados acreditan, sin género de dudas, que las cosas no suceden como pretende la Policía , sino que es el policía quien agrede en repetidas ocasiones, y sin necesidad, a Pablo«, concluye la denuncia, que indica que los hechos descritos pueden ser constitutivos, de delitos de lesiones, falsedad documental, acusación y denuncia falsa, detención ilegal, atentado contra la integridad moral y coacciones.

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