Josefa Lozano, una sevillana que «tropieza» con las administraciones de la ciudad
Más de un año después de romperse el peroné al chocarse con una valla de Semana Santa nadie atiende su queja
Josefa Lozano tiene 57 años, es ordenanza y espera hace más de un año una respuesta a sus reclamaciones . Tuvo la «mala pata» de tropezarse con un valla en la Semana Santa de 2019 y romperse el peroné. Desde entonces sus insistentes reclamaciones han pasado de un organismo a otro. De Fiestas Mayores a Movilidad y luego al Consejo de Cofradías sin que nadie atienda su petición.
Todo empezó la madrugada de Viernes Santo de 2019 cuando se dirigía a los palcos de la Plaza de San Francisco. Debido a la poca iluminación, tropezó con una de las vallas y cayó, doblándose el pie izquierdo . Emergencias acudió a los pocos minutos. La llevaron al puesto de socorro de la Plaza Nueva. Fue explorada y trasladada al hospital Macarena. Al poco la operaron de «fractura transindesmal del tobillo izquierdo con afectación de la sindesmosis tibioperonea».
El accidente la tuvo de baja hasta el pasado octubre. Cuatro días en el hospital, 52 sin apoyar el pie, 22 esperando empezar la recuperación y 69 en rehabilitación. En total, estuvo sin trabajar 175 días y fue operada dos veces.
Una cicatriz horrorosa
La mujer decidió reclamar al Ayuntamiento. Porque estima que la valla le perjudicó «bastante» y que su pie «no es el mismo». No puede andar mucho y le cuesta subir escaleras, además de quedarle una «horrorosa» cicatriz.
Por eso, una vez que pudo andar presentó una reclamación en el Ayuntamiento que llevó al registro el 9 de julio de 2019 denunciando lo que le había ocurrido ya que, según le informaron por teléfono, el plazo para esa reclamación era de un año. En su carta relataba lo ocurrido y pedía responsabilidad patrimonial .
Tras no recibir respuesta volvió a llevar el escrito un mes después. «Cuando volví al Ayuntamiento se acordaban de mí», relata. En septiembre volvió a ir y le dijeron que estaban de vacaciones. Siguió insistiendo y obtuvo varias respuestas, toda negativas. Primero, le plantearon que había dudas acerca de si era cuestión de Fiestas Mayores (fue en Semana Santa) o de Movilidad (por tratarse de una valla para ordenar el flujo de personas).
Al fin Movilidad le contestó que era competencia de Fiestas Mayores. Pero luego esta delegación municipal tampoco asumió esa responsabilidad. El pasado junio Fiestas Mayores le respondió argumentando que el Ayuntamiento cede una cantidad de vallas al Consejo de Hermandades y Cofradías para el montaje y desmontaje de los palcos y que «el uso y tutela» de los mismos corresponde al citado consejo. Ayer le llegó otro escrito del citado órgano que aseguraba que este órgano «ni instala ni manipula» esas vallas que son utilizadas y custodiadas por la Policía para regular el flujo de personas. «No podemos asumir esa reclamación», le contestaron. Josefa sigue esperando.
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