Generación 2029

Ismael Jiménez: Los papeles del Perú

Profesor en la Universidad de Cádiz, a este americanista lo becó la Maestranza

Especial 90 años de ABC de Sevilla: «1929-2019. Impulso de futuro»

Ismael Jiménez acude a investigar con asiduidad al Archivo de Indias Raúl Doblado

Javier Macías

Cuenta que, cuando era pequeño, a los Reyes Magos le pedía el PC Fútbol y un libro de Historia . Ismael Jiménez (El Viso del Alcor, 1987) se fue al Perú a investigar sobre los papeles del Virreinato . Trabaja en el ministerio del tiempo, saltando de Sevilla a las Indias, del siglo XVI al XXI para descubrir cómo era la joya de la Corona –«de allí salían dos tercios de la plata mundial hasta el siglo XVIII»- y la rica influencia que dejó el mestizaje en el país andino. Pero este joven profesor de Historia e Instituciones Económicas , ayudante doctor en la Universidad de Cádiz, no es un ratón de biblioteca. Cuando no está viajando en el tiempo acude con asiduidad al Sánchez-Pizjuán. Es sevillista de carné y cofrade por devoción y por derecho de Molviedro, aquella plaza que en la Sevilla puerta y puerto del Nuevo Mundo era una laguna con lupanares por doquier y que ahora es un parque turístico.

Siempre tuvo claro su futuro. Se matriculó en Historia por la Universidad de Sevilla y pronto conoció a José Manuel Rodríguez Gordillo, el profesor que supo tocar las teclas correctas. «Él decía que teníamos que llevar las cosas preparadas a clase para que ésta se convirtiera en una discusión . Es la manera más difícil, pero en la que el alumno aprende más», explica. Durante sus estudios se encontró con Ramón Serrera, su maestro y mentor. «Hice un trabajo sobre Cartagena de Indias y me metí a conocer sus defensas militares y su urbanismo». De manos del profesor entró en el «mundo peruano», donde este joven encontró su nicho de investigación . «Durante la carrera nos hacían mucho énfasis en México y en Río de la Plata, pero mucho menos en Perú, que fue la zona más influyente en el XVI y XVII», explica. Así, comenzó a investigar en los archivos y aprovechó para viajar a Perú con las distintas becas que obtuvo gracias a su buen expediente. Allí estuvo tutelado por el profesor José de la Puente, director del Instituto Riva-Agüero .

Su nivel académico le ha granjeado becas tan prestigiosas como la de la Maestranza o la «Juan de la Cierva», que concede la Autónoma de Madrid

En estas investigaciones a un lado y otro del océano, en la Hispalense, se topó con una crónica militar inédita y anónima que describía cómo eran las defensas de Perú, un trabajo que realizó y publicó en paralelo a su tesis doctoral sobre la corrupción en Perú en el Seiscientos. Con el proyecto «Fasto barroco y gasto público en la corte virreinal de Lima» le concedieron la beca postdoctoral de la Maestranza . Ese trabajo le sirvió como punto de partida para iniciar una nueva línea de investigación: la religiosidad popular indiana . «En Lima existió una cofradía de indígenas de Consolación de Utrera, en la que había un personaje muy similar a Miguel Mañara, pero indio. Existió un fuerte paralelismo entre Sevilla y el Nuevo Mundo , dos realidades separadas por un océano y con una gran diferencia: lo étnico. La paleta del mestizaje condicionó mucho la sociedad peruana desde el punto de vista de la religiosidad popular». La diferencia es que, mientras Sevilla evolucionó en esta religiosidad, «aquello se quedó anclado antes del XIX».

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