Contudencia ante los fraudes

La Universidad de Sevilla investiga dos Trabajos de Fin de Máster por presunto plagio

Desde el año 2000 se han denunciado 19 casos de «corta y pega» en la Hispalense que explica que será «contundente» con los fraudes

Fachada de la Universidad de Sevilla Abc

Mercedes Benítez

La Universidad de Sevilla investiga actualmente dos casos de plagio en Trabajos de Fin de Máster . Se trata de dos plagios que han sido detectados por los propios estudiantes que denunciaron «el uso inapropiado» de textos de sus propios trabajos por parte de otras personas. Ambos supuestos fraudes están siendo investigados y uno de ellos ya ha llegado a la autoridad académica, según confirma el Rectorado de la Hispalense.

Además, se indaga también sobre tres irregularidades en autorías de artículos de revistas y capítulos de libros. Aunque la US no ofrece más datos alegando que se trata de expedientes que están aún en fase de investigación y porque podría reconocerse a los autores de los hechos, se pone de manifiesto que estos casos de «corta y pega» se siguen dando pese a los códigos éticos y las herramientas informáticas existentes en las universidades.

Así, entre el año 2000 y el 2019 se han recibido en la Hispalense 19 denuncias por comisiones de plagio. Ocho de ellas, durante el mandato del actual rector Miguel Ángel Castro , que también tuvo que enfrentarse con dos denuncias a los profesores, una en el año 2014 y otra en 2018 que, en ambos casos, acabaron en los tribunales.

Turnitin

Con estos datos, el rector considera que la lucha contra estos comportamientos es algo «muy complicado». Y recuerda que, para luchar contra estas prácticas, la Universidad compró un programa informático, el Turnitin, para prevenir y evitar el plagio académico.

Se trata de una herramienta que comprueba las similitudes de un documento con múltiples fuentes de información (internet, artículos científicos...). Ese programa identifica el contenido no original traducido del inglés y ofrece al docente un informe de originalidad señalando el porcentaje de similitud y mostrando las fuentes.

Miguel Ángel Castro recuerda que ya impuso sanciones por casos de plagios y recalca que es «contundente»hasta el máximo que le permite la Ley en estos casos y que defiende «a ultranza» la honestidad y el buen nombre de la Universidad de Sevilla.

Además del programa digital, la Universidad tiene un Código de Buenas Prácticas que fue aprobado en 2017 haciendo hincapié en la honestidad para los investigadores universitarios. En este sentido, se recalca que los investigadores deben respetar los derechos de propiedad intelectual sobre los trabajos realizados por otros investigadores. Y ello implica «no plagiar o manipular los resultados».

Ese código universtiario también recalca que se debe «actuar diligentemente» cuando los resultados de la investigación requieran ser protegidos en el caso de que sean susceptibles de explotación industrial, respetando las normativas de la US y el marco legal vigente sobre autoría, titularidad y régimen de explotación».

Autoplagio

Además, las normas de la Hispalense estipulan que sus investigadores deberán respetar también los trabajos propios previamente publicados , teniendo en cuenta que el autoplagio en las publicaciones se considera «una práctica deshonesta» y que también tiene implicaciones legales, ya que se vulneran derechos de propiedad intelectual previamente cedidos.

Pese a la existencia de este código de buenas prácticas y a que la versión oficial es que son pocos los casos que se detectan, los datos no reflejan todo los intentos de «corta y pega» que se encuentran en la universidad. Fuentes de la comunidad universitaria aseguran que son muchos los casos que se dan que no llegan a investigarse . En algunas ocasiones porque en la fase previa de correcciones de los Trabajos Fin de Grado o Fin de Máster, la herramienta informática detecta el fraude provocando que el texto se devuelva al alumno para que lo corrija y se evite que ese trabajo supuestamente copiado sea aprobado..

Con ello hay muchos supuestos en los que la falsedad se descubre a tiempo. Pero también se escapan algunos como un caso descubierto hace algún tiempo en un tribunal de un TFM que sólo era original en un 19 por ciento y tenía más de un 50 por ciento de copia . Pese a que los profesores preguntaron y repreguntaron al estudiante, como se sabía el texto, lo aprobaron. Únicamente, según un docente, le bajaron la nota. Una muestra de que, como sostienen algunos profesores, después de lo ocurrido en la UPO con la tesis de la juez Nuñez Bolaños, hay que reforzar la lucha contra el plagio.

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